Aunque bien es cierto que el centro de Roma es lo suficientemente pequeño como para recorrerlo a pie, es posible que necesites acudir al transporte público para llegar a los puntos de interés más periféricos o para trasladarte desde o hacia tu hotel. Uno de los transportes públicos más eficaces es el metro, conocido como la Metropolitana.
La Metropolitana de Roma, cuya primera línea se inauguró en 1955, es el transporte más rápido y cómodo de Roma y permite llegar a la mayoría de atracciones y puntos de interés de la ciudad.
Para empezar, en este mapa encontrarás todas las líneas y estaciones del Metro de Roma:
A continuación, te ofrecemos una guía del Metro de Roma para que aprendas a moverte como todo un residente.
El precio del billete sencillo para el Metro de Roma (B.I.T.) es de 1,50 €. El B.I.T. te permite realizar un único trayecto en metro pero, durante un tiempo máximo de 100 minutos, puedes realizar trasbordos a cualquier medio de transporte de Roma.
Si se tiene previsto utilizar este transporte público con frecuencia, la mejor opción es adquirir un billete turístico. Existen varios billetes disponibles:
El Metro de Roma está abierto de lunes a domingo: de lunes a jueves y los domingos entre las 5:30 y las 23:30, y los viernes y sábados entre las 5:30 y la 1:30 de la madrugada.
En hora punta la frecuencia de trenes es de 2 a 3 minutos y de 6 a 15 minutos el resto del día, llegando como máximo a los 20 minutos en las horas de menor afluencia.
El Metro de Roma posee actualmente 3 líneas que llevan asociadas una letra y un color.
La línea A lleva asociado el color naranja y, actualmente, consta de 27 estaciones y 18,4 Km y tiene una intersección con la línea B en la estación de Termini.
La línea B lleva asociado el color azul y, actualmente, consta de 26 estaciones y 23,5 Km. Una peculiaridad de la línea B es la bifurcación de las rutasen la estación de Bolonia (dirección Rebibbia o dirección Jonio).
La línea C lleva asociado el color verde y, actualmente, consta de 22 estaciones y 18,1 Km. Una peculiaridad de la línea C es la ausencia del conductor en los trenes.
Hoy en día, se encuentran en construcción distintas extensiones, pero la valía de los tesoros arquitectónicos que reposan bajo las calles de la ciudad hacen que el proceso resulte inevitablemente lento.