Riviera Maya, localizada en la parte oriental de la península de Yucatán, es uno de los destinos más atractivos de México, por eso cuenta con una amplia oferta hotelera en la que está fuertemente instaurado el sistema de Todo Incluido... De entre toda esa oferta hotelera, durante nuestra estancia en esas tierras caribeñas, elegimos el Grand Palladium Kantenah, un hotel 5 estrellas con ese sistema de comidas, que no nos decepcionó... A continuación, te contamos todo sobre nuestra estancia allí, un hotel de 10 para visitar Riviera Maya.
Grand Palladium Kantenah se encontraba en el corazón de Riviera Maya, atan sólo 30 minutos en coche de Playa del Carmen y Tulum, en medio de la exuberante selva tropical de la zona y con acceso directo a casi un kilómetro de playa.
El trayecto al hotel desde el Aeropuerto Internacional de Cancún nos llevó poco más de una hora.
Los huéspedes del Grand Palladium Kantenah podíamos aprovecharnos de la gran selección de piscinas, restaurantes, instalaciones y servicios compartidos con los otros hoteles del complejo. Todo estaba incluido: 2 piscinas principales con pool bar y otras 5 secundarias (algunas sólo para adultos) entre las que se incluía una piscina de agua salada, 5 restaurantes buffet y 9 a la carta, un sinfín de bares, un complejo deportivo, discoteca y un spa de 6000 m2.
Para desplazarnos por el complejo podíamos caminar por diferentes senderos ecológicos o utilizar dos tipos de transporte con conductor: los trenecitos, que hacían un recorrido por los lobby de los hoteles, el centro deportivo y el spa; y los carritos de golf, que recorrían las villas donde se encontraban las habitaciones.
Las habitaciones del hotel se encontraban distribuidas en diferentes villas de tres alturas.
Las villas disponían de diferentes tipos de habitaciones: Deluxe, Junior Suite, Ambassador Suite y Romance Villa Suite, ideales para satisfacer a cada viajero. Nosotros nos alojamos en una habitación Deluxe, amplísima y en la que destacaban: una cama king enoooorme, un balcón con vistas a los jardines y un mueble bar gratuito con reposición diaria... El resto de habitaciones mejoraban aún más la estancia añadiendo: un sofá cama, un salón independiente, bañera de hidromasaje, jacuzzi exterior, terraza, hamaca o ducha maya al aire libre; pero para nosotros la Deluxe era suficiente...
Grand Palladium Kantenah tenía acceso directo a una playa de unos 800 metros de extensión de arena blanca coralina finísima, con palmeras y de un color turquesa precioso... Disponía de tres zonas bien diferenciadas: una para baño, otra para deportes acuáticos y otra para hacer esnórquel, y en la arena no faltaban las hamacas y sombrillas.
En Grand Palladium Kantenah no había tiempo para el aburrimiento pues el equipo de animación del resort tenía programado un completo programa diurno de actividades deportivas y de entretenimiento en la playa y piscina, diseñado para satisfacer a cada huésped. Entre estas actividades destacaban: clases de baile, juegos deportivos, clases de coctelería, trivial, bingo o concursos. Por otra parte, todos los días se celebraba alguna fiesta y no sólo de noche como, por ejemplo: Foam Party, Bikini Party, 80's, White Party,... Además de todo ello, también podíamos acceder a otras actividades de pago como Paddle Surf, Kayak, Buceo, ...
Para los niños se ofrecían actividades lúdicas en los club de actividades del resort: el baby club (1-3 años), el mini club El Ranchito (4-12 años) y el Black & White Junior Club (13-18 años).
Tras las cenas, también podíamos: asistir a los espectáculos teatrales que tenían lugar en los teatros localizados en los lobbys de algunos hoteles, escuchar música en directo mientras tomábamos una copa en el bar del vestíbulo o dar una vuelta por el mercadillo de artesanía local.
Durante nuestra estancia pudimos probar diferentes restaurantes show cooking tipo buffet en cada una delas tres comidas (desayuno, comida y cena) y en las cena podíamos acceder también a uno de los 9 restaurantes a la carta temáticos…
Tampoco teníamos que agobiarnos por los horarios pues en el resort había restaurantes abiertos las 24 horas del día.
En Grand Palladium Kantenah lo tenían todo pensado para que el huésped se sintiese cómodo y no tuviera que preocuparse por nada... ni siquiera por las toallas para la playa y la piscina: al llegar al hotel recibimos una tarjeta para canjear cada día por dichas toallas...