Para esta parte del viaje tuvimos que realizar los siguientes preparativos:
Los lugares turísticos de San Francisco no se encuentran concentrados en una única zona, sino que se encuentran dispersos por toda la ciudad... En una ciudad que no dispone de metro, para un turista, las opciones más fáciles para desplazarse, en principio, pasan por ir andando o ir en coche... Sin embargo, en San Francisco, ir caminando a todos los lugares en pocos días es casi imposible porque las distancias son bastante grandes...También habíamos leído que encontrar aparcamiento en San Francisco fuera del Fisherman's Wharf era bastante difícil y aún encontrándolo solía ser de pago... Nos decantamos entonces por utilizar el servicio de bus turístico de la ciudad, que recorría en varias rutas los principales barrios y lugares turísticos de la ciudad y que permitía subir y bajar en determinadas paradas; un servicio más fácil para nosotros que el autobús convencional.
Reservamos entonces un tour en bus Hop On Hop Off de dos días de duración por la ciudad de San Francisco con City Sightseeing.
Para ese primer día en la Ciudad junto a la Bahía habíamos preparado un itinerario que pasaba, en primer lugar, por visitar la institución penitenciara más famosa del mundo, Alcatraz y, en segundo lugar, por recorrer algunos de los barrios más famosos de la ciudad como: Fisherman's Wharf, The Marina, Union Square y Chinatown
(Recorrido Total caminando: 2,26h- 11,2 Km).
El día se había levantado con neblina y bastante húmedo: un día típico de San Francisco...
Tras desayunar en la cafetería del hotel, empezamos nuestro periplo por la ciudad...
De camino a la primera parada del itinerario para ese día: Alcatraz, nos paramos a recoger el pase para el bus turístico que habíamos comprado por internet, en el 2800 de Leavenworth St. Esa parada técnica nos sirvió también para descansar un poco de las empinadísimas cuestas que nos encontramos por el camino y que tantas veces habíamos visto en las películas, como en ‘9 meses’ o ‘En Busca de la Felicidad’...
Seguimos caminando hasta llegar al puerto de San Francisco, el Fisherman's Wharf. Nos desplazamos hasta el Pier 33, desde donde partía el ferry que nos llevaría a Alcatraz Island, donde se encuentra la institución penitenciaria homónima.
Canjeamos nuestro voucher por la entrada para el ferry y nos pusimos a la cola. A la hora establecida en nuestra reserva, accedimos al interior del barco...
Durante el trayecto en ferry (de unos 15 minutos) pudimos hacer buenas fotos, tanto del
skyline de la ciudad como de Alcatraz Island.
Aunque habíamos visto su silueta en películas como ‘La Fuga de Alcatraz’ o ‘La Roca’, fue impresionante encontrarnos justo debajo de esos muros nada más atracar en el puerto de la isla... ¡estábamos en Alcatraz!
Tras recibir algunas instrucciones de un representante del Servicio de Parques Nacionales, recogimos nuestra audioguía (en español) para comenzar a recorrer la prisión.
Un expresidiario y un trabajador de la prisión nos sirvieron de guías en la visita a Hellcatraz, apodo que se ganó debido a las duras condiciones con las que convivían los presos... Las locuciones de estos dos personajes nos permitieron recorrer todos y cada uno de los rincones de la institución de máxima seguridad, aprendiendo como vivían los reclusos y descubriendo los sucesos más escabrosos acontecidos durante sus 29 años de funcionamiento: los motines y los intentos de fuga, frustrados o no... ¡Imprescindible!
Después de casi 3 horas rondando por la prisión, regresamos a Fisherman's Wharf en el ferry.
Caminamos hacia la segunda parada de nuestro itinerario para ese día: el turístico Pier 39. Abarrotado de tiendas y restaurantes, el Pier 39 es el centro de la vida turística de la ciudad y donde se localiza el famoso Aquarium of the Bay pero, sin duda, uno de sus mayores atractivos radica en que allí se asienta una colonia de leones marinos. Pasamos un buen rato tomando fotografías y disfrutando de esas hermosas criaturas marinas que tomaban el sol, jugaban y disfrutaban del agua de los alrededores...
Regresamos al 2800 de Leavenworth St. para tomar la línea morada del bus turístico de City Sightseeing para acercarnos a The Marina.
Marina District es el barrio más pijo de San Francisco, donde se pueden ver gran cantidad de casas de lujo. Sin embargo, nuestro interés por este barrio residía en que allí se encontraba el único monumento que quedó de la Exposición Universal de 1915, el Palacio de Bellas Artes (Palace of Fine Arts).
Nos bajamos en la parada número 3, que quedaba a pocos metros del palacio... No nos extrañó que los lugareños se enamoraran de este monumento y que actualmente sea uno de los lugares preferidos por los novios para hacerse sus fotos de boda, pues el palacio y el lugar, eran preciosos.
Tomamos el bus de regreso de la línea morada en la parada correspondiente y continuamos hasta el final del trayecto para hacer trasbordo al bus turístico de la línea roja.
El bus de la línea roja nos llevó hasta Union Square, el centro neurálgico de la ciudad, siempre repleto de gente.
Desde allí, caminamos hacia el barrio chino de San Francisco. Habíamos leído que en este Chinatown, aunque similar a otros barrios chinos como el de Nueva York, vivía la mayor comunidad china fuera del continente asiático, así que merecía la pena visitarlo... Atravesamos la Dragon's Gate, que indicaba el inicio del barrio chino y recorrimos su calle principal, la Grant Av., aprovechando la visita para comprar algún que otro souvenir y comida china para comer...
Bolsas de comida en mano, tomamos la California St. en dirección oeste en busca de algún parque donde sentarnos a comer. A poca distancia, encontramos el Huntington Park y pudimos comer sentados en bancos a la sombra de los árboles como buenos estadounidenses...
Cuando reanudamos nuestra marcha, nos encontramos con que, enfrente de Huntington Park, se erigía Grace Cathedral con una fachada muy similar a la de Notre Dame, uno de los edificios religiosos católicos más importante del país.
Aprovechando que estábamos cerca del centro de la ciudad, decidimos hacer una de las actividades que todo turista debe hacer cuando visita San Francisco: montar en un tranvía histórico.
Bajamos 8 calles por Taylor St. hasta su cruce con Eddy St. Unos pasos adelante, en el cruce de Powell St. y Market St., encontramos el final de línea de las dos rutas de tranvía que aún circulan por la ciudad: el Powell/Hyde y el Powell/Mason
Cable Cars. Adquirimos billetes sencillos (7 $ por persona) y montamos en el Powell/Mason Cable Car de la manera habitual: sentados en su interior unos y colgados del asidero, otros (no como George en la película ‘George de la Jungla’, que lo hacía montado en el techo). El trayecto entre Powell St. y Fisherman's Wharf fue bastante divertido y sorprendente, pues parecía mentira como el tranvía podía subir esas empinadísimas cuestas...
Regresamos a nuestro hotel a coger ropa de más abrigo porque comenzaba a refrescar...
Luego, montamos en nuestro coche para ir a cenar al Pier 39 del Fisherman's Wharf.
Aparcamos en una de las calles perpendiculares al muelle, no sin dificultad, pero aprovechamos el paseo hasta allí para comprar algún souvenir, pues esa zona también era propicia para ello.
Ya en el Pier 39, elegimos para cenar uno de los restaurantes de la cadena Bubba Gump Shrimp Co. La cadena tiene restaurantes en muchos lugares de Estados Unidos y del mundo, pero esa fue la primera vez que comimos en uno de los restaurantes inspirados en la película ‘Forrest Gump’ y no nos defraudó...
Nos llamó la atención que: en todas las pantallas del restaurante se emitía ‘Forrest Gump’, que para llamar al camarero debías colocar un cartel en la mesa con la frase Stop Forrest Stop o mantenerlo con la frase Run Forrest Run si no necesitabas sus servicios y que todos los nombres de los platos del menú estaban relacionados con la película... ¡Muy divertido!
Como puedes deducir por el nombre de la cadena, el menú de los restaurantes Bubba Gump Shrimp Co. está basado en las gambas, aunque tienen de todo. Las gambas que comimos estaban deliciosas: al ajillo, a la parrilla, en tempura, crujientes, con harina de coco, ¡mmm!...
Había sido un día completo así que, después de la cena, nos marchamos al hotel a descansar...
Para ese día en San Francisco habíamos preparado un itinerario que pasaba por visitar las atracciones más turísticas de los barrios de Russian Hill, Downtown, Alamo Square y Haight Ashbury y el parque más grande de la ciudad: el Golden Gate Park.
(Recorrido Total caminando: 1,54 h- 8,8 Km).
Después de desayunar en la cafetería del hotel, nos enfundamos la cazadora para seguir conociendo la ciudad ya que nuevamente la neblina y la humedad habían hecho acto de presencia en esas latitudes...
Ya que nuestro hotel se encontraba en plena
Lombard St. decidimos caminar hasta el tramo más famoso de la calle, entre Hyde St. y Leavenworth St.; seguramente lo más fotografiado de San Francisco después del Golden Gate debido a su sinuosidad e inclinación. ¡Nos encantó ver bajar los coches por esas ocho curvas en zig-zag!
Tras realizar las correspondientes fotos, tomamos la línea roja del bus turístico en dirección a Union Square para hacer trasbordo a la línea verde. De camino a Union Square pudimos tomar buenas fotografías de dos de los edificios más representativos del
Downtown: la
Pirámide Transamérica, el edificio más alto de la ciudad con 260 metros (aunque algo alejado de los colosos que habíamos visto en Nueva York) y el
Columbus Tower, el Flatiron de la Ciudad junto a la Bahía, de intenso color verde.
En Union Square tomamos el siguiente bus de la línea verde en dirección a Alamo Square. En el trayecto nos encontramos con el City Hall de San Francisco, uno de los ayuntamientos más espectaculares que hemos visto nunca... Para que te hagas una idea, la cúpula de este City Hall es más grande que la del Capitolio de Washington D.C.
Bajamos en la 4ª parada, a pocos metros de Alamo Square, que es sin duda uno de los barrios más icónicos de S-F caracterizado por poseer gran parte de las casas victorianas que sobrevivieron al incendio que sobrevino al gran terremoto que sacudió San Francisco en 1906.
Nuestra siguiente parada del itinerario para ese día estaba situada en la zona más atractiva del barrio, en Steiner St., donde se extiende una hilera de coloridas casas victorianas, las Painted Ladies, cuya silueta ha servido de escenario en múltiples películas y series, siendo el ejemplo más conocido, la serie ‘Padres Forzosos’; o la casa de Robin Williams en la película ‘La Señora Doubtfire’, un poco más al norte. Obtuvimos unas magníficas fotos de postal pues la bruma permitió que a lo lejos apareciera el centro de la ciudad...
Regresamos a la parada de la línea verde del bus turístico para trasladarnos al Golden Gate Park, el parque más grande de la ciudad y un 20 % más grande que el archiconocido Central Park de Nueva York.
Nuestra primera parada dentro del parque fue Japanese Tea Garden, el jardín japonés público más antiguo de Estados Unidos (5 $). El jardín, decorado con bonsáis y pagodas nos transportó directamente al país asiático...
Después, alquilamos un cochecito a pedales para recorrer el resto del parque y llegar en un tiempo razonable a Buffalo Paddock, una superficie del parque próxima a la playa, donde reside una manada de búfalos americanos. La ida pedaleando fue bastante cómoda pues todos los caminos tenían una pendiente descendiente, pero la vuelta... ¡fue un auténtico suplicio! El coche pesaba demasiado para subir pedaleando, así que los chicos no tuvieron más remedio que empujar mientras nosotras dábamos pedales para ascender las cuestas... así que no vimos mucho del parque en el camino de regreso... ¡toda una experiencia!
Tomamos nuevamente el bus turístico de la línea verde para dirigirnos al barrio de Haight-Ashbury, donde se concentra la movida hippie y alternativa... Encontramos un montón de bares, pubs, sitios de música y tiendas atractivas, como la Piedmont Boutique.
De camino a Union Square para tomar la línea roja del bus turístico, pasamos por Japantown, el barrio nipón más antiguo del país...
Cuando llegamos de nuevo a Fisherman's Wharf, siendo ya noche cerrada y Domingo, encontramos la mayoría de los restaurantes cerrados, así que decidimos volver al hotel para comprar algo para cenar en una de esas tiendas típicas americanas que abrían las 24 horas...
Luego nos fuimos a dormir, pues queríamos levantarnos pronto para despedirnos de San Francisco como se merecía: ¡desde el Golden Gate Bridge!