Nuestro vuelo de regreso a Madrid partía del aeropuerto de Newark a eso de las 6 de tarde. El transfer que nos llevaría al aeropuerto nos recogía a eso de las 3, para que llegáramos con unas dos horas de antelación para realizar la facturación. Por lo tanto, teníamos aún unas horas para disfrutar de la ciudad.
Para ese día, habíamos reservado otra excursión, esta vez en helicóptero, para ver Nueva York desde el aire.
Antes de ir al helipuerto, desayunamos en el hotel, recogimos nuestras cosas e hicimos el check out y, para no tener que ir cargados con las maletas, utilizamos el servicio de consigna del hotel.
Luego, tomamos el metro en la estación de 34 St.-Penn Station hasta South Ferry y caminamos unos pasos hasta el helipuerto de South Street.
Entregamos la reserva en la recepción y rellenamos los datos requeridos. Nos agruparon con 4 personas más para montar en el helicóptero y recibimos las instrucciones de seguridad.
A la hora establecida, accedimos al helicóptero, nos colocamos los cascos para escuchar los comentarios de nuestra piloto y ¡emprendimos el vuelo!
Durante los 15 minutos que duró nuestro vuelo, sobrevolamos Governors Island y nos acercamos a Liberty y Ellis Island, por lo que pudimos contemplarla Estatua de la Libertad...Luego, nos acercamos a Downtown Manhattan con lo que pudimos ver el One World Trade Center destacando sobre el resto de edificios y los puentes Brooklyn Bridge y Manhattan Bridge. A lo lejos, divisamos Central Park y el resto de rascacielos: el Cromcast Building, el Empire State Building, el Chrysler Building, ... También vimos los rascacielos de Hoboken, del lado de Nueva Jersey... En definitiva, unas vistas únicas de la ciudad...
Cuando bajamos, tomamos el metro de regreso al hotel, recogimos las maletas y salimos a la calle a esperar el traslado. Había sido una semana fantástica en la que habíamos visto muchas cosas, pero tocaba despedirse de Nueva York... hasta nuestro próximo encuentro...