Para ese día en la Capital del Entretenimiento Mundial habíamos reservado una excursión para visitar, en el vecino estado de Arizona, Antelope Canyon, situado en una reserva india navaja. Además, aprovechando que este cañón se encontraba a tan sólo 6 Km de Page, iríamos a visitar el Horseshoe Bend.
A primera hora de la mañana, tomamos un desayuno abundante en nuestro restaurante favorito y, a eso de las 9, montamos en el coche para ir al primer punto de nuestro itinerario para ese día: Antelope Canyon.
Condujimos casi 5 horas hasta que llegamos al punto señalado en nuestra reserva, una agencia de viajes operada por indios navajos, en Page. Nos identificamos y esperamos en el parking adyacente hasta el inicio del tour (a las 3 de la tarde).
Antes de subirnos a las camionetas que nos llevarían al cañón del antílope y dar comienzo a nuestro tour, conocimos un poco de cultura india navaja viendo una típica danza de la lluvia...
En unos 15 minutos llegamos a Upper Antelope Canyon y dejamos la camioneta para continuar el recorrido de una hora y media de duración por el cañón a pie.
Aunque habíamos visto algunas fotografías en internet, no podíamos imaginar lo mágico del lugar... Desde hace millones de años, el agua ha ido formando un estrecho cañón por el que entra la luz a duras penas iluminando y creando sombras espectaculares sobre las formas caprichosas e imposibles de sus suaves paredes rojizas... ¡Indescriptible! ¡Maravilloso! ¡Sorprendente! Me faltan adjetivos para describirlo, por lo que ¡es mejor que lo veas por ti mismo!...
Obtuvimos unas fotos fantásticas aprovechando los halos de luz que penetraban en el cañón con ayuda de nuestro guía que, además de conocerse al dedillo el cañón, era un experto fotógrafo.
¡Nos encantó Antelope Canyon! Un verdadero acierto de excursión...
Cerca de la agencia de viajes navaja, encontramos una pizzería donde paramos a comer.
Con las pilas recargadas, nos dirigimos en coche al Horseshoe Bend Parking Lot, que se encontraba en un desvío de la Hwy 89.
Bajo un sol de justicia, caminamos durante 15 minutos por un sendero a través del desierto hasta que llegamos al borde del mirador que nos ofreció un paisaje espectacular: el
Horseshoe Bend, un meandro sinuoso en forma de herradura que genera el río Colorado... ¡Precioso y espectacular! Además, como llegamos a media tarde, el sol nos ofreció unos bonitos reflejos...
Después de maravillarnos con el lugar y hacer miles de fotos, nos subimos de nuevo en el coche para regresar a Las Vegas, a la que llegamos bien entrada la noche.
Tras ganar unos dólares en el casino, nos fuimos a dormir...