Tras desayunar en la cafetería del hotel y hacer el check out, montamos en el coche dirección a Las Vegas.
La carretera seguía una larga recta una vez dejamos los atascos de la gran urbe de Los Ángeles...
Después de 2 horas, llegamos a Barstow, uno de los lugares emblemáticos de la ruta 66, pues ha sido durante siglos una encrucijada y una importante área de descanso para los motoristas de la Ruta 66, al encontrarse casi a mitad de camino entre Los Ángeles y Las Vegas.
Nos desviamos para hacer una parada técnica y poder echar un vistazo al museo dedicado a la famosa carretera, el Barstow Route 66 Mother Road Museum. El acceso al museo era gratuito y pudimos hacernos fotos con los carteles antiguos de la ruta... Luego, nos acercamos a la exposición de históricas locomotoras, vagones y furgones de cola pertenecientes al Western America Railroad Museum.
Seguimos de ruta atravesando el Desierto de Mojave, viendo a los lados dunas y Joshua Trees...
Llegando a Primm, en la frontera con Nevada, vimos los primeros casinos...
Las Vegas se nos apareció en el horizonte tras poco más de 4 horas de viaje, a eso de la 1 del mediodía, y los grandes hoteles, como el MGM, el Luxor o el Caesars Palace ocuparon nuestras retinas.
Fuimos derechos a nuestro hotel, el Stratosphere Casino, Hotel & Tower, en el extremo norte de The Strip, y aparcamos el coche en el parking gratuito del mismo. Al acceder al lobby del hotel nos vimos rodeados de máquinas tragaperras, mesas de dados y ruletas, pues lo que no sabíamos es que en todos los hoteles de Las Vegas, la recepción era el casino...
Hicimos el check in y subimos ala habitación a dejar las maletas, refrescarnos un poco y ponernos ropa veraniega pues el calor comenzaba a ser asfixiante.
Antes de irrumpir en el bullicio, los neones y el juego de la Ciudad del Pecado, queríamos disfrutar de una experiencia radicalmente distinta acercándonos al parque estatal más grande y antiguo de Nevada: el Valley of Fire, donde la naturaleza iba a ser la gran protagonista.
El impresionante Valle de Fuego se encontraba a poco más de 80 Km de nuestro hotel por lo que llegamos allí en menos de una hora montados en nuestro7 plazas. Bajamos la ventanilla en la garita de seguridad de la entrada, pagamos los 10 $ por vehículo que se requerían para acceder al parque y pedimos prestado un mapa.
Mapa en mano, nos dispusimos a recorrer el parque...
Nada más entrar no nos extrañó que este paraje natural se hubiese convertido en plató de películas como ‘Transformers’ o que fuera uno de los lugares favoritos por recién casados para hacerse sus fotos de boda, pues tenía una fotografía espectacular...
La carretera que recorría el lugar ya era un punto de interés en sí misma pues describía, entre esas formaciones rocosas rojizas tan características del Valle de Fuego, múltiples curvas,
zig-zags y cambios de rasante (aunque con muy buen asfalto). ¡Una auténtica maravilla!
Bajamos del coche en el primer punto de interés: Arch Rock, una formación rocosa con forma de de arco que nos proporcionó una fotos preciosas.
Nos desplazamos en coche hasta Atlatl Rock y, después de subir por unas escaleras, descubrimos las marcas grabadas en la roca que dejaron los antiguos indios que vivían en los alrededores: los Petroglifos.
Seguimos conduciendo hasta llegar a Seven Sisters, una formación de 7 rocas consecutivas donde volvimos a obtener unas buenas fotografías del lugar... Y, para terminar, nos dirigimos a Elephant Rock, la curiosa formación con forma de elefante.
Salimos encantados después de ver esos paisajes de ardientes colores...
Desde allí, retornamos a Las Vegas para ir adelantando los itinerarios previstos para los siguientes días y tener nuestro primer contacto con The Strip.
Antes de empezar, aparcamos el coche en un parking público de Las Vegas Blvd. que se encontraba cerca de un restaurante de una conocida cadena ambientado en la música rock, donde paramos a comer.
Aunque es verdad que el núcleo de toda la marcha de Las Vegas se concentra en una única calle, lo que se conoce como The Strip, también es cierto que esa calle tiene la friolera de 6,4 Km, con el Stratosphere Casino, Hotel & Tower en el extremo norte y el Mandalay Bay en el sur; por lo que visitar todos y cada uno de los hoteles que se encuentran a ambos lados de la calle a más de 40 grados en un sólo día es prácticamente imposible. Lo más factible a la hora de recorrer la zona es dividirla en dos partes, que llamaremos The Strip South y The Strip North. De sur a norte, The Strip South contemplará Las Vegas Blvd. desde el Mandalay Bay hasta el Bellagio y The Strip North desde el Caesars Palace hasta el Stratosphere Casino, Hotel & Tower.
Así que para avanzar con nuestros itinerarios, decidimos emplear lo que quedaba de tarde viendo o visitando los hoteles más impresionantes de The Strip South.
Bajamos por Las Vegas Blvd. hasta que alcanzamos la pirámide y la esfinge del Luxor Hotel & Casino. Si no fuera porque la pirámide estaba cubierta de espejos, dada la espectacular altura de ambas construcciones, el lugar podría pasar por El Cairo... Fotografiamos el maravilloso hotel, las esculturas egipcias exteriores y el impresionante obelisco...
Unos metros más al norte encontramos el Excalibur Hotel & Casino, inspirado en la fortaleza y reino del legendario Rey Arturo, Camelot, donde tomamos bonitas fotografías al caer la noche.
Cruzamos al lado opuesto por una de las muchas pasarelas elevadas que cruzaban Las Vegas Blvd. para obtener mejores vistas de los siguientes hoteles: el MGM Grand y el New York-New York Hotel &Casino.
El MGM Grand, enorme resort de color esmeralda, era uno de los hoteles más grandes de Las Vegas, lo que pudimos comprobar al obtener fotos de su silueta, ya que prácticamente no cabía en el encuadre. Su dueño también lo fue de los estudios Metro-Goldwyn-Mayer, de ahí su nombre y el enorme león de bronce de 14 metros que encontramos a la entrada.
El
New York-New York estaba inspirado en la Gran Manzana y era todo una minimetrópoli con réplicas a escala reducida de los grandes monumentos de la ciudad como el Empire State, la Estatua de la Libertad, Grand Central, el edificio Chrysler o incluso el Brooklyn Bridge. Aunque sabíamos que no era real, nos quedamos embobados contemplando nuestro amado Nueva York... Estaba todo casi al detalle... Incluso los taxis amarillos estaban allí, eso sí, en forma de vagón de la
Big Apple Coaster, la montaña rusa que surcaba la miniciudad de los rascacielos...
Cuando nos dirigíamos al siguiente hotel, nos encontramos con las tiendas M&M's World y Coca-Cola Store... ¿Para qué íbamos a resistirnos? Entramos y picamos algún souvenir...
Antes de llegar al Planet Hollywood Resort & Casino, subimos nuevamente a la pasarela elevada para cruzar al otro lado de la calle y llegar al Bellagio Hotel and Casino, el hotel más lujoso de Las Vegas.
Nada más entrar al hotel, el techo del vestíbulo ya nos impresionó pues estaba decorado por 2000 flores de cristal de diferentes colores sopladas a mano... Todo emanaba
glamour y encanto italiano... Atravesando el abarrotado casino llegamos al jardín botánico, donde el maravilloso despliegue floral cambia con las estaciones; a nosotros nos tocó disfrutar del fondo marino... ¡Una preciosidad!
Tras dar una vuelta por el casino disfrutando del aire acondicionado, volvimos a la calle para asistir a la famosa coreografía de las fuentes del estanque del Bellagio. Pero antes tomamos unas fotografías estupendas de otro de los hoteles: el Paris Las Vegas, una versión reducida de la capital francesa con réplicas de la Torre Eiffel y el Arco del Triunfo...
El espectáculo de las Fountains of Bellagio tiene lugar cada 15 minutos a partir de las siete de la tarde por lo que entre coreografía y coreografía es un buen momento para coger sitio...
Nos colocamos justo en la mitad del estanque y quedamos encantados con el precioso espectáculo a ritmo del ‘Uptown Funk’ de Bruno Mars... ¡Imprescindible!
Como llegaba la hora de cenar, regresamos a por el coche y nos dirigimos a un restaurante de una cadena americana cercano a nuestro hotel, que luego se convertiría en una de nuestras cadenas de restaurantes preferidas en Estados Unidos...
Después, dejamos el coche en el parking del hotel y probamos suerte en nuestro casino jugando a las máquinas Slot y al Blackjack durante una rato antes de ir a dormir...