Para ese día en la Ciudad del Pecado habíamos preparado una excursión muy completa para visitar, en el vecino estado de Arizona, Grand Canyon West, situado en la reserva de los indios Hualapai.
Habíamos elegido visitar Grand Canyon West porque era la zona del Gran Cañón más cercana a Las Vegas (en coche, a poco más de 2 horas frente a las más de 4 horas respecto de los otros miradores: South Rim o North Rim) y porque, además, era la única zona en la que podías experimentar la sensación de volaren helicóptero y aterrizar en la base del cañón.
Luego, para por la tarde habíamos preparado un itinerario que pasaba por visitar Las Vegas Sign, recorrer el resto de hoteles y casinos de The Strip y conocer el Downtown Las Vegas (Recorrido Total caminando: 54 min- 4,3 Km).
Quedamos a las 6 y media de la mañana con Elena y Benja para desayunar algo antes de ir al Gran Cañón... En el casino del hotel encontramos una cafetería que tenía muy buena pinta; así que nos sentamos en una de sus mesas a desayunar... Pedimos pancakes rellenos de fresas y chocolate blanco que venían acompañados de unas lonchitas de bacon crujiente y una pequeña ración de hashbrowns; bañamos los pancakes con un buen chorrito de sirope de arce y los acompañamos con un buen milkshake... ¡Perfecto para empezar un gran día!
Luego, a las 7:15 nos desplazamos a la entrada norte del casino, donde debía recogernos el autobús para llevarnos al aeropuerto de Boulder City, nuestra primera parada de la excursión.
Tras recoger a otros pasajeros, salimos de Las Vegas hacia Boulder City, una ciudad que se encuentra a unos 30 Km de Las Vegas, que fue originalmente construida como alojamiento para los trabajadores que iban a construir la presa Boulder (que luego paso a llamarse presa Hoover) y que curiosamente es una delas dos ciudades del estado de Nevada, junto con Panaca, donde está prohibido el juego.
Aproximadamente a las 8:30 llegamos al aeropuerto de Boulder City e hicimos el check in para nuestro vuelo en avioneta con destino a Grand Canyon West.
45 minutos después salimos a la pista y montamos en el pequeño avión...
Desde el aire vimos la impresionante presa Hoover y el lago Mead, el lado artificial más grande de América, pero sin duda las dos cosas que más llamaron nuestra atención fueron: el laberinto de formaciones rocosas que se habían esculpido en el lugar desde hace millones de años y las dimensiones titánicas que tenía...
Una vez que llegamos al cañón, nos dirigimos al helipuerto.
El vuelo en helicóptero fue una auténtica pasada, no sólo por el bonito paisaje que nos rodeaba durante el vuelo sino porque pudimos apreciar la inmensidad del cañón cuando descendimos los 1200 metros que había desde su borde hasta su base...
El calor que hacía en el fondo del cañón era extremo pero lo compensaba estar rodeados de las impresionantes paredes del cañón... Además, ni siquiera en las películas habíamos visto el Gran Cañón desde esa perspectiva...
También disfrutamos del vuelo de vuelta en helicóptero, pues el piloto realizó el ascenso a través de una ruta diferente.
Una vez arriba, tomamos un autobús
shuttle para ir al primer mirador dela superficie:
Eagle Point, cuyo nombre se debía a una formación rocosa en forma de águila...
Las vistas y el paseo por el borde del cañón en Eagle Point sobrecogían... ¡No nos cansamos de hacernos fotografías y retratar el imponente paisaje! ¡Sin duda, estábamos ante una de las Siete Maravillas del Mundo!
En Eagle Point, encontramos la atracción por excelencia de Grand Canyon West: el Skywalk, un puente voladizo de cristal con forma de herradura que sobresalía más de 20 metros del borde, de tal modo que podías contemplar el fondo del cañón a través de su suelo. Aunque nos llamaba la atención, no compramos la entrada pues no estaba permitido acceder a la pasarela con tu propia cámara de fotos...
Tomamos nuevamente el shuttle para desplazarnos al mirador de Guano Point.
Allí, teníamos prácticamente vistas panorámicas en 360º y, además, por esa zona abundaban los cuervos, lo que quedaba muy bien en las fotos, jeje.
En Guano Point hicimos uso de nuestro vale para la comida que consistió en un rico pollo asado con patatas, bebida y postre...
Tras la comida, tocaba volver a Boulder City en la avioneta y despedirse del Gran Cañón, que nos había dejado boquiabiertos... Lo que no sabíamos era que, además del Gran Cañón, casi nos iba a tocar despedirnos de este mundo... Tras 30 minutos de vuelo espectacular, tocaba aterrizar... Nos salimos de la pista de aterrizaje tras un descenso más que brusco; empezamos a ver piedras sueltas saltando a través de las ventanas y la avioneta empezó a colear... En el último minuto, el piloto consiguió enderezar el aparato y devolverlo a la pista... Todo quedó en una anécdota de viaje, pero podía haber sido mucho peor...
Una vez que el autocar nos dejó en el hotel, tomamos nuestro coche para visitar Las Vegas Sign y volver a recorrer The Strip.
Las Vegas Sign se encontraba en el extremo sur de The Strip, un poco más abajo del hotel Mandalay Bay. Como es un sitio muy frecuentado por los turistas para hacerse fotos, han diseñado un parking gratuito allí mismo, así que aparcamos nuestro coche y nos pusimos en la cola de turistas para hacernos las fotos pertinentes con el famoso ‘Welcome to Fabulous Las Vegas, Nevada’.
Después, condujimos por Las Vegas Blvd. y aparcamos el coche en el parking del hotel The LINQ, donde la primera hora era gratis, para recorrer los hoteles y casinos de The Strip South.
Al salir nos encontramos con The LINQ Promenade, una calle perpendicular a La Vegas Blvd. situada entre el hotel Flamingo Las Vegas y The LINQ, repleta de restaurantes y cuya pieza central era la High Roller, la noria panorámica más grande del mundo, superando a las famosas London Eye, la Star of Nanchang y la Singapure Flyer.
Desde allí, caminamos en dirección norte hasta llegar al Treasure Island o TI y fotografiamos la magnífica silueta del hotel, de temática pirata.
Enfrente, se encontraba The Palazzo que conectaba con The Venetian. En su exterior,
The Venetian contaba con reproducciones a tamaño natural de famosos monumentos venecianos como el Puente Rialto o el Campanile y con una pequeña laguna donde se ofrecían paseos en góndola...
Cuando entramos en The Venetian los ojos se nos fueron directamente al techo, donde había pintados unos espectaculares frescos... Además, dentro del hotel nos topamos con mimos y cantantes de ópera. El interior del casino, como la mayoría en Las Vegas, también contaba con algunas atracciones, siendo una de ellas el museo de cera Madame Tussauds Las Vegas. Cómo negarnos a obtener esas fotografías graciosísimas, ¿verdad? Compramos la entrada en el mismo museo (17 $ por persona) y entramos. Nos hicimos fotos geniales con estrellas del cine, de la música y del deporte, así como con personajes relacionados con Las Vegas como Elvis o Zach Galifianakis, Alan en ‘Resacón en Las Vegas’ (‘Hangover’, en inglés).
De ahí, nos desplazamos en dirección sur a The Mirage, un enorme casino con temática polinesia. En la entrada nos encontramos con cascadas y, al acceder al interior a dar una vuelta, nos pareció otro hotel espectacular pues nos vimos rodeados de vegetación; incluso, en la recepción, pudimos ver un enorme acuario con infinidad de peces... Luego, salimos al exterior para intentar coger un buen sitio para ver el espectáculo del volcán que tenía lugar en una laguna ante la fachada... ¡Un espectáculo indispensable!
Siguiendo dirección sur, nos encontramos con otro bonito hotel, el Harrah's Las Vegas Hotel & Casino, con la temática de fiesta de carnaval.
Luego, llegamos al Caesars Palace, donde se hospedaban los chicos de ‘Resacón en Las Vegas’. El hotel era enorme pues estaba compuesto por 5 torres: Augustus, Octavius, Julius, Palace y Forum. En su exterior, el casino con temática del Imperio Romano tenía reproduccion estales como la Fontana de Trevi, la Piazza Barberini, el Coliseo... y elinterior no se quedaba atrás, había reproducciones en mármol de estatuas clásicas, imponentes fuentes, camareras disfrazadas y un gigantesco casino...
Sacamos el coche del parking y nos dirigimos al Downtown Las Vegas, el centro de la ciudad, que acogía los hoteles y casinos más antiguos y de aire retro , dónde empezó todo...
Aparcamos en una de las calles aledañas tras pasarnos un buen rato buscando aparcamiento...
Andando, nos dirigimos a la calle principal, la Fremont St., donde han montado la
Fremont Street Experience, una zona peatonal a cubierto rodeada de casinos que ocupa cinco manzanas.
Recorrimos la zona, que tenía una gran tirolina que recorría la calle (Slotzilla) y un alucinante espectáculo de luz en el techo, y entramos en el casino Golden Nugget Las Vegas Hotel & Casino (toda una institución) y contemplamos, a la vuelta del vestíbulo del hotel, la pepita de oro más grande del mundo, la Hand of Faith, que le da el nombre al casino.
Queríamos haber cenado en el restaurante
Heart Attack Grill, un restaurante de hamburguesas americanas que casi es otra atracción, pues tiene el record de la hamburguesa más calórica del mundo y una temática hospitalaria: las camareras son enfermeras y los clientes, sus pacientes; de manera que las enfermeras toman las prescripciones de los pacientes y aquellos que no se terminan su prescripción reciben un castigo...; pero ya no dejaban entrar a más gente para cenar...