En ese puente de Semana Santa decidimos visitar la capital francesa y el mundo mágico de Disney en Europa, Disneyland París.
Después de realizar una búsqueda exhaustiva en internet para encontrar nuestro viaje ideal, nos decantamos por contratar todos los servicios por separado... Los vuelos de Iberia, los hoteles y el traslado los reservamos a través de eDreams.
Puedes visitar la web de eDreams aquí.
Esto fue lo que contratamos:
París en 6 días. Del 17 al 21 de Abril de 2019. Precio total (2 personas): 1143,62 €.
o Madrid (MAD)-París (CDG).
o París (ORY)- Madrid (MAD).
o Aeropuerto París (CDG) - Hotel en Disneyland París.
Día 0: Madrid-París.
Días 1-2: Disneyland París.
Días 3-4: París.
Día 5: París-Madrid.
Para nuestro viaje a la capital francesa, tuvimos que realizar los siguientes preparativos:
Para viajar seguros, solicitamos la tarjeta sanitaria europea a través de la web de la Seguridad Social.
Adquirimos entradas para 2 días con opción Hopper, lo que nos permitía visitar los 2 parques temáticos los 2 días, en una agencia de viajes online que disponía de venta de actividades.
Para evitar la cola al adquirir las entradas al monumento y obtener acceso prioritario, realizamos la compra de entradas online en la propia web del Centre des Monuments Nationaux del país vecino.
Para evitar la cola al adquirir las entradas al palacio, obtener acceso prioritario y poder disfrutar del show de las Fuentes y los Jardines Musicales, realizamos la compra de entradas online en la propia web del palacio.
Adquirimos una entrada con reserva horaria.
Para evitar la cola al adquirir las entradas al templo y obtener acceso prioritario, realizamos la compra de entradas online en la propia web del Centre des Monuments Nationaux del país vecino.
Como ya era habitual en Semana Santa, nos vimos afectados por una huelga del personal de seguridad del aeropuerto. Por tanto, haciendo caso a las recomendaciones de nuestra compañía, llegamos al aeropuerto con cerca de 3 horas de antelación a la salida de nuestro vuelo para pasar el control de seguridad. Sin embargo, aunque encontramos más gente de la habitual en la terminal, no nos llevó más de 20 minutos pasar el control.
Nuestro vuelo con la compañía Iberia salía a la hora programada, por lo que unos 40 minutos antes realizamos el embarque.
Tras 2 horas de vuelo, llegamos al aeropuerto internacional Charles de Gaulle.
Si bien es cierto que el aeropuerto internacional Charles de Gaulle está bastante bien comunicado con Disneyland París mediante transporte público (tren), al consultar los horarios de ese transporte, vimos que no habría disponibilidad de trenes a nuestra llegada al aeropuerto, pues nuestra llegada estaba programada para las 22:55 de la noche. Así pues, decidimos contar con los servicios de un traslado compartido, contratando el servicio desde casa.
Por tanto, tras bajar del avión, nos dirigimos a la salida en busca del traslado compartido que habíamos contratado para desplazarnos al hotel que habíamos reservado cerca de Disneyland París.
Un chófer, con una tablet en la que ponía el nombre de Borja, estaba esperándonos justo a la salida de la terminal. Nos montamos en la van y en seguida emprendimos el viaje pues, aunque habíamos contratado un traslado compartido, tuvimos la suerte de ir solos.
En unos 40 minutos habíamos llegado a nuestro hotel en Serris-Val d'Europe, a tan sólo 15 minutos andando de los parques temáticos de Disneyland París.
Hicimos el
check in en el hotel y nos fuimos a la habitación a descansar pero, cuál fue nuestra sorpresa que, cuando accedimos a la habitación, nos la encontramos sin limpiar y con las toallas del baño usadas... ¡Eso no nos había pasado nunca! Así que volvimos a la recepción a comunicar el incidente y el recepcionista muy amable nos cambió de habitación y, para compensarnos, nos ofreció un desayuno gratuito para el día siguiente... Resuelto el asunto, nos fuimos a dormir para reponer fuerzas para el día siguiente.
Disneyland París posee 2 parques temáticos: Walt Disney Studios y Disneyland Park. Cuando vimos el tiempo que íbamos a estar en París al planear el viaje y, teniendo en cuenta las fechas del mismo, creímos conveniente adquirir pases que permitieran el acceso a los dos parques en el mismo día.
De modo que nuestros dos primeros días en la capital francesa los íbamos a pasar disfrutando del mundo mágico de Disney en
Disneyland París...
Comenzamos el día con el desayuno gratuito que nos habían ofrecido la noche anterior y que se servía en la cafetería del hotel.
Con el estómago lleno, salimos a la puerta del hotel para tomar el servicio de lanzadera gratuito entre nuestro hotel y los parques de Disneyland París. Ese servicio de lanzadera nos pareció bastante completo pues por la mañana pasaban lanzaderas cada pocos minutos y recorrían la distancia entre nuestro hotel y Disney en poco más de 5 minutos. A eso de las 10:30 de la mañana ¡estábamos a las puertas de los parques de Disneyland París!
Después de hacer las fotos de rigor en el acceso a los parques, pasamos el control de seguridad y nos decantamos por entrar primeramente al parque Walt Disney Studios. Nos pusimos a la cola en las taquillas para canjear nuestra reserva por las entradas para los parques... Tardamos bastante en ese trámite...
Ya con las entradas, accedimos al interior de Walt Disney Studios... Nada más entrar al parque nos volvió a invadir la magia de Disney...
Atravesamos la zona de Front Lot y el Studio 1, repleto de tiendas y restaurantes y que nos recordó un montón al interior del hotel-casino New York-New York de Las Vegas, y nos dirigimos a la zona de Production Courtyard, donde se encontraba la atracción The Twilight Zone Tower of Terror, que nos gustó tanto en Orlando y Los Ángeles. Allí reservamos nuestro primer Fast Pass.
Mientras esperábamos para disfrutar del Fast Pass, nos desplazamos al área de Backlot para disfrutar del espectáculo Moteurs... Action! Stunt Show Spectacular, un espectáculo hecho por y para los amantes del motor a 2 y 4 ruedas, como nosotros.
En el área de Backlot nos quedaba por disfrutar de la atracción Rock 'n' Roller Coaster starring Aerosmith pero, como esa atracción disponía de Fast Pass, decidimos dejarla para más adelante... Así que caminamos hasta el área de Toon Studio y nos pusimos a la cola para la atracción Crush´s Coaster. Los 90 minutos de espera merecieron la pena pues la montaña rusa inspirada en la película de Disney Pixar ‘Buscando a Nemo’ nos permitió luchar contra la corriente australiana como en la película, montados en el caparazón de una tortuga...
Tras haber montado en Crush's Coaster, nos dirigimos de nuevo a la zona de Production Courtyard para validar nuestro Fast Pass para The Twilight Zone Tower of Terror. Como siempre el ascensor de este misterioso hotel nos encantó...
Llegó la hora de obtener un nuevo Fast Past, así que nos desplazamos al área de Backlot para seleccionar uno para Rock 'n' Roller Coaster starring Aerosmith. Sin embargo, para cuando llegamos allí, no había disponibilidad... De hecho ya no pudimos obtener ninguno en todo el día debido a la gran cantidad de personas que había en el parque... De modo que no nos quedó más remedio que esperar los 45 minutos de cola que había para montar en la atracción. La salida lanzada, los looping y giros de la montaña rusa lo compensó, al menos.
De camino a Toon Studio, asistimos al espectáculo Stich Live! que, aunque se representaba en francés, se seguía con facilidad y nos hizo mucha gracia, pues Stich interactuaba con todo el público como si estuviera vivo de verdad...
Llegó el momento de hacer una parada técnica para comer y nos sentamos a degustar unos bocadillos sentados en una zona de picnic.
Repuestas las fuerzas, asistimos al espectáculo que se celebraba en el Animagique Theatre, Mickey and the Magician. El espectáculo musical fue una auténtica pasada pues, con las canciones y los bailes de ‘La Cenicienta’, ‘Aladdin’, ‘La Bella y la Bestia’, ‘El Rey León’ y ‘Frozen’ y buenos efectos especiales, tuvimos la ocasión de vivir el verdadero sueño Disney...
Cuando salimos del teatro, atravesamos el área de Toy Story Playland, el área inspirada en las películas de Disney Pixar ‘Toy Story’, para montar en el bólido más veloz de Andy sobre una pista Hot Wheels en RC Racer...
Después de eso, aparecimos en la Place de Rèmy, la plaza de la famosa ratita de la película ‘Ratatouille’ e hicimos la cola para Ratatouille: L'Aventure Totalement Toquée de Rèmy, una de las atracciones más solicitadas del parque Walt Disney Studios. Cuando por fin montamos en la atracción, redujimos nuestro tamaño al de una rata y empezamos a realizar una carrera en 3D, evitando y sorteando deliciosos obstáculos... ¡Muy recomendable!
Regresamos a Production Courtyard para realizar el paseo en trenecito Studio Tram Tour: Behind the Magic, con el que pretendíamos recorrer los entresijos y decorados del cine. Salvo el momento del rodaje de la película Catastrophe Canyon, nos pareció un paseo algo pobre comparado con las atracciones de temática similar que había en los parques Universal de Estados Unidos.
Antes de cambiar de parque, repetimos de nuevo en Rock 'n' Roller Coaster starring Aerosmith aprovechando que había bastante menos cola que por la mañana...
Salimos de Walt Disney Studios y accedimos al parque Disneyland, no sin antes tomarnos unas fotografías a la entrada.
Recorrimos el área de Adventureland y montamos en la atracción Indiana Jones and the Temple of Peril, muy diferente a las otras atracciones del famoso arqueólogo de los otros parques Disney que habíamos visitado en el continente americano. En este caso, se trataba de en una trepidante montaña rusa, por lo que montamos en un vagón minero para escapar del Templo Maldito...
Para terminar con las atracciones del área, montamos en Pirates of the Caribbean, la atracción basada en las películas del Capitán Jack Sparrow...
Como colofón a un día mágico, asistimos al espectáculo nocturno Disney Illuminations frente al castillo de ‘La Bella Durmiente’.
Al salir de Disneyland París, encontramos demasiada gente esperando al bus lanzadera que conectaba los parques con nuestro hotel, por lo que decidimos volver caminando.
Al llegar hotel, solo tuvimos tiempo de reservar un desayuno para el día siguiente (porque nos había parecido bastante bueno) pues, al llegar a la habitación, nos sumimos en un reparador sueño ya que estábamos muy cansados del largo día...
Ese día continuaríamos disfrutando de Disneyland París.
Después de disfrutar de un buen desayuno en la cafetería del hotel, tomamos el autobús gratuito en la puerta del hotel para desplazarnos a los parques. A eso de las 10:30 estábamos nuevamente ante las puertas de Disneyland París.
Pasamos el control de seguridad y nos dirigimos, en este caso, a Disneyland Park.
Nada más entrar, nos desplazamos al área de Discoveryland para seleccionar nuestro primer pase rápido para la atracción Star Wars Hyperspace Mountain.
Mientras se activaba nuestro pase y hasta que pudimos seleccionar uno nuevo, disfrutamos de una misión en el simulador Star Tours: l'Aventure Continue, donde no había demasiada cola.
Seguidamente, caminamos hasta el área de Fantasyland, para seleccionar un nuevo pase rápido para la atracción preferida por los niños en este parque: Peter Pan's Flight. Esta vez tuvimos suerte y aún había Fast Pass disponibles...
Regresamos a Discoveryland y montamos por fin en Star Wars Hyperspace Mountain. ¡La montaña rusa en la oscuridad con salida lanzada nos encantó!
Al salir, seguimos disfrutando de las atracciones y espectáculos de la zona de Discoveryland. Esta vez, accedimos al Discoveryland Theatre para contemplar el espectáculo en 4D de Mickey's PhilarMagic y nos sumergimos en las canciones e historias inolvidables de Disney gracias al fenomenal Pato Donald.
Volvimos a Fantasyland y visitamos: las increíbles vidrieras del Sleeping Beauty Castle y La Tanière du Dragon, en la gruta del castillo, y nos perdimos haciéndonos fotos con los personajes del País de las Maravillas en el Alice's Curious Labyrinth.
Cuando se acercó la hora de poder seleccionar otro Fast Pass, nos desplazamos al área de Frontierland, para tomar un pase rápido para una de las atracciones más míticas del parque: Big Thunder Mountain.
Para comer, elegimos el restaurante Hakuna Matata en el área de Adventureland, donde nos hicimos con un menú del león...
Caminamos nuevamente hasta Fantasyland y, antes de poder acceder a Peter's Pan Flight con nuestro pase rápido, aprovechamos para montar en Les Voyages de Pinocchio donde realizamos un recorrido por los escenarios de la película ‘Pinocho’. Después, accedimos con el Fast Pass a Peter Pan´s Flight, donde recorrimos volando el País de Nunca Jamás en un barco pirata.
Después, nos acercamos a Central Plaza para contemplar la cabalgata de Disney Stars on Parade, que hacía las delicias de los más pequeños. Aprovechamos también para recorrer las tiendas del área de Main Street U.S.A. para ir eligiendo regalos...
Luego, volvimos a Discoveryland para seleccionar otro pase rápido para repetir en Star Wars Hyperspace Mountain. También aprovechamos para visitar el submarino del Capitán Nemo en Les Mystères du Nautilus y realizar algunas compras.
A la hora establecida en nuestro pase rápido repetimos en Star Wars Hyperspace Mountain y, tras eso, nos dirigimos a Frontierland para disfrutar de Big Thunder Mountain, también sin colas, con el pase.
Recorridas las atracciones más importantes de ambos parques, salimos a dar una vuelta por el exterior en Disney Village y realizamos las últimas compras en la tienda World of Disney.
Para terminar el día, montamos en la lanzadera de regreso a nuestro hotel, donde rehicimos las maletas y descansamos de nuestro segundo día mágico...
Para ese día teníamos previsto desplazarnos a París, donde habíamos reservado otro hotel, y comenzar a visitar la capital francesa. Habíamos planeado un itinerario que pasaba por recorrer las atracciones más turísticas de los distritos de Vaugirard, Passy, Palais-Bourbon, Batignolles-Monceau, Élysée y Louvre; números 15, 16, 7, 17, 8 y 1, respectivamente
(Recorrido total caminando: 3,33 h – 16,3 Km).
Tras hacer el
check out de nuestro hotel en Disneyland París, tomamos nuevamente la lanzadera gratuita hasta los parques de Disneyland, pues allí también se encontraba la estación de tren Gare de Marne-la-Vallée-Chesy del RER A que nos llevaría a París.
Al llegar a Disneyland París, pasamos el control de seguridad y nos dirigimos a la estación. Compramos los billetes para París (7,60 euros por adulto) y subimos al tren pero, cuando nos quedaban unos 10 Km para llegar a la estación de Charles de Gaulle-Étoile, el tren se detuvo y e hicieron bajar a todos los pasajeros. Al parecer, debido a las protestas de los llamados "chalecos amarillos" que tenían lugar los sábados, por seguridad, la policía había cortado el servicio del RER a París en la estación de Vincennes... Así que nos vimos obligados a tomar el metro hasta nuestro hotel. En la estación de Bérault de la línea 1 aprovechamos para comprar un taco de 10 viajes válido para el suburbano. Tomamos el metro hasta Nation e hicimos trasbordo a la línea 6 hasta Cambronne, a unos pasos de nuestro hotel.
Hicimos el check in en el hotel, subimos a la habitación a dejar las maletas y coger la cámara para empezar a recorrer las calles de La Ciudad del Amor, no sin antes hacer una parada para comer en una hamburguesería de una conocida cadena.
Tras la comida, nos dirigimos andando a nuestra primera parada del itinerario, situada justo en la frontera de los distritos 15º y 16º: la
Estatua de la Libertad. Sí, has leído bien, en París también se puede visitar esta famosa estatua... La Estatua de la Libertad de París es una réplica de la de Nueva York, aunque algo más pequeña, y fue un regalo a Francia, esta vez a la inversa, por parte de la comunidad francesa residente en los Estados Unidos. Aunque se encuentra algo alejada de las rutas de los turistas, en una de las islas situadas a lo largo del río Sena, la Île aux Cignes, nos apetecía bastante visitarla después de que apareciese en la película ‘La Búsqueda: El Diario Secreto’, segunda parte de una de nuestras películas favoritas. Para llegar hasta allí, seguimos la avenida Émile Zola hasta su cruce con la Rue Linois y cruzamos el Pont de Grennelle hasta alcanzar la isla...
Para llegar hasta el distrito 7º y acercarnos a nuestra siguiente parada, la Torre Eiffel, atravesamos la magnífica arboleda de la Île aux Cignes hasta que llegamos al Pont de Bir-Hakeim donde, además, pudimos obtener unas magníficas fotografías de La Dama de Hierro...
Continuamos nuestro paseo hasta la torre caminando pegados al Sena hasta que aparecimos frente a ella. No habíamos conseguido entradas para subir a ninguno de los miradores de la torre desde casa y, viendo las impresionantes colas que había para comprar las entradas en las taquillas del monumento en Semana Santa, decidimos conformarnos con disfrutarla desde abajo... Así que nos sentamos un rato en el césped del parque Champ de Mars desde donde también se obtenía una buena panorámica...
Tomando la Avenue Rapp llegamos al
Pont de l'Alma, que seguramente te suene porque en el túnel que lo atraviesa tuvo lugar el trágico accidente de coche que acabó con la vida de Lady Di... En el extremo norte del puente nos topamos con la
Llama de la Libertad, una réplica a tamaño real de la llama de la antorcha que lleva en la mano la original Estatua de la Libertad de Nueva York y que se convirtió en un monumento conmemorativo no oficial a Diana de Gales tras su fallecimiento en 1997.
Seguimos caminando por la Avenue du Président Wilson hasta su cruce con la Avenue Marceau y, tras unos 20 minutos andando por la frontera entre los distritos 8º y 16º, alcanzamos la Place Charles de Gaulle (antiguamente llamada plaza de la Estrella por la forma en que las 12 avenidas convergen en la plaza) donde se encontraba nuestra siguiente parada del itinerario: el Arco del Triunfo, perteneciente ya al distrito 17º. Nos encontramos con que el acceso a la plaza y al mirador situado en la azotea del monumento estaban cerrados por seguridad debido a nuevamente a las protestas, por lo que tuvimos que dejar nuestra visita para el día siguiente... Así que nos conformamos con realizar algunas fotografías.
Siguiendo con nuestro itinerario, atravesamos el distrito 8º por la famosa avenida de los
Campos Elíseos, llena de tiendas de lujo y restaurantes.
Cuando llegamos a la Rond-Point des Champs-Elysées, giramos a la derecha por la Avenue Franklin Delano Roosevelt hasta alcanzar de nuevo el río. Luego, seguimos por su rivera hasta que llegamos al Puente de Alejandro III, cuya réplica habíamos visto en el hotel París Las Vegas en la Ciudad del Pecado. El puente, uno de los más largos de la ciudad, era precioso y en su extremo sur pudimos ver la fachada de Los Inválidos...
Continuando por la rivera del Sena alcanzamos el distrito 1º y la entrada al Jardín de las Tullerías, entre el Museo del Louvre y la Plaza de la Concordia. Paseamos por su avenida central decorada con árboles, estatuas y fuentes, mientras muchas familias disfrutaban de un picnic y los turistas tomaban el sol... En el extremo este de la avenida encontramos el Arco del Triunfo del Carrusel, también mandado a construir por Napoleón y algo más pequeño que el situado en la plaza Charles de Gaulle.
Al final del jardín, encontramos el
Museo del Louvre... Aunque el Museo del Louvre es muy importante a nivel mundial pensamos que, para las personas no muy conocedoras del arte como nosotros, podría llegar a convertirse en un lugar algo aburrido... Si a eso le sumamos las enormes dimensiones del museo y las aglomeraciones, creímos que la entrada al museo no nos iba a aportar demasiado. Así que nos conformamos con hacer unas fotografías desde el exterior de la fachada del Palacio del Louvre y de la famosa Pirámide, que había sido utilizada como localización en una de nuestras películas favoritas, ‘El Código Da Vinci’.
Desandando el camino por la avenida principal del Jardín de las Tullerías, llegamos a la mítica Plaza de la Concordia, una de las plazas más importantes de la ciudad debido a su participación durante la Revolución Francesa, y la segunda plaza más grande de Francia. Nada más llegar a la plaza nos llamó la atención el imponente obelisco egipcio que se situaba en el centro y que estaba flanqueado por dos preciosas fuentes...
Para terminar el itinerario habíamos previsto contemplar la Torre Eiffel iluminada y asistir a su espectáculo de luces sentados en el césped del Champ de Mars, así que nos dispusimos a tomar el metro. Sin embargo, también lo encontramos cerrado... Así que no tuvimos más remedio que recorrer los casi 2 Km y medio de distancia a pie por la rivera del Sena, paseando como Cary Grant y Audrey Hepburn en ‘Charada’.
Después de 30 minutos, llegamos al parque Champ de Mars. Nada más sentarnos en el césped, se produjo el encendido de la Torre Eiffel. ¡El monumento era si cabe más espectacular! Nos quedamos un buen rato allí, maravillados por las vistas, como la pequeña rata Rèmy en ‘Ratatouille’.
Tras comprar unos bocadillos para la cena en un restaurante de una conocida cadena, regresamos al hotel para que nuestros doloridos pies descansaran de las caminatas sufridas y dimos por terminado el día.
Para ese día teníamos prevista una excursión de medio día de duración para visitar el Palacio de Versalles y sus impresionantes jardines. Luego, para por la tarde, habíamos previsto realizar un itinerario para visitar los atractivos del distrito de Buttes-Montmartre, el distrito número 18
(Recorrido total caminando: 1,20 h – 6,0 Km).
Tras realizar un buen desayuno en la cafetería del hotel, nos subimos al metro en la estación de Cambronne hasta Bir-Hakeim. Una vez allí, tomamos el RER C hasta Gare de Versailles Château Rive Gauche (accedimos al RER con el mismo billete de metro) para desplazarnos hasta el Palacio de Versalles.
Después de caminar unos 10 minutos, estábamos a las puertas del impresionante Palacio de Versalles. Antes de acceder al interior del palacio, pasamos el control de seguridad y fotografiamos su imponente fachada repleta de detalles dorados...
Al haber adquirido las entradas al palacio online , disponíamos de acceso prioritario por lo que, para acceder al interior del recinto, entramos por el acceso destinado a ello, evitándonos una buena cola.
El Palacio de Versalles posee un total de 2300 habitaciones repartidas en unos 63000 m2 de superficie... Por lo que, para verlo en profundidad, se requiere de bastante tiempo y se recomienda hacerlo utilizando la audioguía incluida con la entrada. Como nosotros sólo disponíamos de medio día para recorrer el palacio y sus jardines, decidimos visitar sólo las estancias más destacables como: la Capilla Real de Versalles, los Grandes Apartamentos o el Museo de las Galerías de las Batallas, a cada cual más espectacular... Pero, sin duda, la estancia que más nos llamó la atención fue el Salón de los Espejos, la estancia en la que se realizaban las recepciones de la corte, llamada así por poseer 17 arcos con 21 espejos cada uno y que reflejan los 17 ventanales que dan a los jardines... ¡Impresionante!
Cuando terminamos de recorrer el interior del palacio, nos dispusimos a recorrer sus jardines. Los jardines del Palacio de Versalles cubren una extensión de más de 800 hectáreas y normalmente su visita es gratuita pero, en los días en los que tiene lugar el espectáculo de fuentes musicales (como el día de nuestra visita), se necesita entrada. De modo que mostramos nuestra entrada en las taquillas de los jardines y entramos...
La geometría, la extensión de los jardines, las esculturas y las fuentes eran espectaculares... Recorrimos todas y cada una de las fuentes imprescindibles del lugar, a saber: la del Dragón, la de Neptuno, la de Apolo, la del Teatro del Agua, la de Encélado, la del Espejo y la de Latona y también visitamos el Gran Canal, donde podías incluso tomar una barca de remos... Además, asistimos a los espectáculos de las fuentes musicales que tenían lugar en las fuentes de Neptuno, del Espejo y de Latona. ¡Maravillosos!
Después de la visita a los jardines, llegó la hora de dejar el palacio y regresar a París, no sin antes hacer una parada para comer en uno de los restaurantes de la zona.
Nos subimos de nuevo en el tren RER C hasta la estación de Invalides, donde tomamos la línea 8 de metro hasta Madeleine y luego la línea 12 hasta Abbesses para llegar a Montmartre (3,65 € por adulto).
Una vez allí, pasamos un rato descubriendo el encanto de ese barrio bohemio parisino del distrito 18º, también conocido como el Barrio de los Pintores, paseando por sus calles estrechas y adoquinadas. Además, aprovechamos para comprar algún souvenir en una de las muchas tiendas de sus calles. Sin duda, pasear por allí es un imprescindible que hacer en París.
Luego, fuimos a conocer la Basílica del Sacré Coeur, cuya cúpula y fachada blancas podían ser vistas desde muchos puntos de la ciudad, y que era el emblema del barrio. La basílica se encontraba ubicada en un colina de 130 metros de altura, a la que accedimos después de subir 197 escalones. Contemplamos el interior de la iglesia (tras pasar el pertinente control de seguridad), muy grande e impresionante...
Después, debido a la altura a la que nos encontrábamos, pudimos tomar unas impresionantes fotografías de París... Desde allí, no nos perdimos ni un edificio de la ciudad.
Continuando con nuestro itinerario, tomamos la Rue de Steinkerque y giramos a la derecha en el Boulevard de Rochechouart. Luego, seguimos por el Boulevard de Clichy, repleto de tiendas eróticas, hasta llegar a nuestra siguiente parada, el cabaret Moulin Rouge, que seguro reconocerás por la película homónima ‘Moulin Rouge’. La fachada del molino rojo de este famoso cabaret es una de más fotografiadas de París...
Para visitar el Arco del Triunfo, que nos había quedado pendiente del día anterior, tomamos el metro de la línea 2 en la estación de Blanche hasta Charles de Gaulle Étoile. Esta vez, al llegar allí, no tuvimos ningún problema para acceder a la plaza a través del paso subterráneo. Una vez en la plaza, la atravesamos por debajo del monumento para visitar la Tumba del Soldado Desconocido, donde ardía una llama eterna. Luego, hicimos la cola de acceso prioritario para acceder al mirador de la parte superior. A pesar de que su altura es muy inferior a la de la Torre Eiffel, las vistas desde la parte superior del Arco del Triunfo resultaban impresionantes. La confluencia de 12 de sus principales avenidas en la rotonda Charles de Gaulle era digna de admirar y las vistas de los Campos Elíseos y la Torre Eiffel tampoco desmerecían la subida de los 286 escalones en espiral que fue necesario subir para acceder al mirador.
Para terminar el día, nos dirigimos a otro de los miradores de París, los Jardines del Trocadero. Para ello, tomamos una de las 12 avenidas que confluían en la plaza, la Avenue d'Iéna y luego la Avenue du Président Wilson. Una vez en los jardines, desde la explanada que había al subir las escaleras que daba a los museos, obtuvimos una de las mejores panorámicas de la Torre Eiffel de la ciudad...
Regresamos caminando a nuestro hotel y en sus alrededores compramos unas pizzas para cenar, que comimos ya en la habitación, a la que llegamos bastante cansados del largo día...
Nuestro vuelo de regreso a Madrid partía por la tarde del aeropuerto internacional de París-Orly. Por lo tanto, teníamos aún unas horas para disfrutar de La Ciudad de la Luz.
Para ese día, habíamos planeado visitar la Île de la Cité, en el distrito de Hôtel-de-Ville, el número 4, pues allí se encontraban la catedral de Notre-Dame y la capilla Sainte-Chapelle
(Recorrido total caminando: 20 min – 1,6 Km).
Antes de salir, desayunamos en el hotel, recogimos nuestras cosas e hicimos el check out y, para no tener que ir cargados con las maletas, utilizamos el servicio de consigna del hotel.
Tomamos el metro de la línea 6 en la estación de Cambronne hasta Raspail e hicimos trasbordo a la línea 4 hasta St-Michel, a unos pocos metros de la Île de la Cité.
Primeramente nos dirigimos a la derecha, en dirección a la Catedral de Notre-Dame. Como sabrás, la tarde del 15 de Abril de 2019, la Catedral de Notre-Dame sufrió un incendio en el tejado del edificio mientras se estaban llevando a cabo labores de restauración, lo que provocó daños estructurales graves en la catedral. Por ello, tuvimos que conformarnos con contemplar la fachada de la Catedral de Notre-Dame desde la orilla del Sena, pues toda la zona se encontraba acordonada. Fue una verdadera lástima no poder ver el interior de la catedral ni subir a sus torres donde se encontraban las famosas gárgolas que aparecían en la película de Disney ‘El Jorobado de Notre-Dame’ para contemplar la ciudad...
Luego, nos desplazamos hasta el número 8 del Boulevard du Palais para acceder a la
Sainte-Chapelle. Tras pasar el control de seguridad, nos llevó menos de un minuto acceder a esa joya gótica, al poseer las entradas con acceso prioritario. La capilla inferior, dedicada a la Virgen María y a la que podía acceder antiguamente la gente común, ya era una maravilla, pues parecía haber salido de un cuento; pero la mayor sorpresa nos la llevamos tras ascender por unas escaleras de caracol a la capilla superior, donde sólo podía acceder la familia real, pues la luz que penetraba a través de sus impresionantes vidrieras y rosetones con motivos de la Biblia, le conferían un aspecto mágico... ¡Imprescindible!
Después de haber visto las dos joyas de la Île de la Cité, regresamos en metro a los alrededores de nuestro hotel para realizar una parada para comer. Tomamos el metro de la línea 4 en Cité hasta Raspail y luego la línea 6 hasta Cambronne. Tras la parada técnica, regresamos al hotel a recoger las maletas y seguidamente montamos de nuevo en el metro en Cambronne hasta la estación de Denfert Rochereau, donde tomamos el llamado Orly Bus hasta el aeropuerto (8,30 € por adulto).
Había sido una escapada genial en la que habíamos visto muchas cosas, pero tocaba despedirse de París... Au Revoir!