Nuestro vuelo de regreso a casa partía del aeropuerto de Newark por la tarde por lo que nos quedaba medio día para seguir disfrutando de La Ciudad delos Rascacielos.
Teníamos pensado aprovechar la mañana visitando Liberty y Ellis Island y algún que otro punto de interés en el barrio de Chelsea
(Recorrido total caminando: 24 min - 2,3 Km).
Después del desayuno, realizamos el checkout del hotel y, para no tener que ir cargados con las maletas, utilizamos el servicio de consigna del hotel.
Luego, caminamos por Greenwich St. en dirección sur hasta que llegamos a Battery Park. Una vez allí, nos dirigimos a Castle Clinton y canjeamos nuestro PASS por el ticket para el ferry que nos llevaría a ver la Estatua de la Libertad y Ellis Island.
Cuando pasamos el control de seguridad, montamos en el ferry y nos dirigimos a Liberty Island.
Una vez llegamos a la isla, fuimos derechos al monumento. Fotografiamos la Estatua de la Libertad de todos los ángulos posibles, tarea nada fácil debido tanto a la cantidad de gente que se encuentra en los alrededores haciendo lo mismo como a la envergadura de la estatua... ¡se ve enorme cuando te colocas debajo!
Cuando ya hubimos tomado un buen número de instantáneas, nos acercamos al muelle para tomar una buena panorámica del skyline de Nueva York.
Luego, montamos otra vez en el ferry en dirección a Ellis Island. Tras desembarcar, accedimos al museo de inmigración. Nos resultó muy familiar, pues sirvió de escenario para una comedia romántica que nos encanta: ‘Hitch’. Visitamos algunas exposiciones y la galería, donde consultamos uno de los libros de registro, en el cual los inmigrantes debían registrarse al llegar al continente americano.
Tras dar una vuelta por la isla, montamos en el ferry de regreso a Manhattan.
Nuestro siguiente punto del itinerario para ese día era el barrio de Chelsea, así que tomamos Greenwich St. hasta que llegamos a la estación del metro de Rector St. y montamos en el metro en dirección Uptown hasta 14 St. Después caminamos en dirección oeste por la 13 St. y la 14 St. hasta el cruce con la 9th Av. y, tras caminar unos pasos en dirección norte, nos topamos con el Chelsea Market.
Era la primera vez que visitábamos el
Chelsea Market y el lugar nos sorprendió para bien pues el edificio guardaba el encanto de la antigua fábrica de galletas Oreo, tanto en su fachada como en su interior; había un gran ambiente y multitud de restaurantes y tiendas... Dimos un paseo por la planta principal,dedicada al mercado, cafeterías, restaurantes y tiendas y accedimos también ala planta subterránea, el Chelsea Local, repleta de tiendas de alimentación y productos frescos... Tantos restaurantes vimos que empezó a entrarnos hambre,así que decidimos probar algo típico de Nueva York... Nos decantamos por un increíble Lobster Roll (bocadillo de langosta) en el famoso Lobster Place... Lo único malo era su precio, pero estaba delicioso...
Salimos del Chelsea Market por la 10th Av. y aprovechamos para visitar el High Line. Recorrimos gran parte de los 2,3 Km de longitud de vías de tren que lo componían e hicimos gran cantidad de fotos...
Bajamos de las vías en la salida de la calle 14 St. y volvimos en metro al hotel para recoger nuestras maletas.
Luego nos dirigimos al Oculus para coger el PATH de vuelta a la estación de Newark Penn Station, donde tomamos el NJ Transit hasta Newark Liberty Airport Station (por otros 11 $ por persona) y, finalmente, el Air Train hasta la terminal de donde salía nuestro vuelo…
Habían sido unas vacaciones fantásticas en las habíamos disfrutado de la Navidad por adelantado en nuestra ciudad favorita en el mundo, pero tocaba despedirse Nueva York... hasta nuestro próximo encuentro...