Para ese día, para por la mañana, teníamos preparado un completo itinerario por el Downtown y, para por la tarde, visitaríamos el navideño barrio de Dyker Heights, en Brooklyn, con la excursión en español que habíamos contratado
(Recorrido total caminando: 1,21 h - 6,4 Km).
El día amaneció gris y con algo de niebla, pero parecía que la lluvia nos iba a respetar... Era un día típico de invierno en la isla de Manhattan...
Tras haber desayunado en la cafetería del hotel, nos dispusimos a comernos la ciudad.
Antes de nada, bajamos a la estación de metro de Rector St., que se encontraba enfrente de nuestro hotel, para comprar la imprescindible Metro Card (en este caso, como íbamos a estar casi una semana en la ciudad y pensábamos movernos bastante en suburbano, compramos Metro Card con viajes ilimitados para 7 días).
Nuestra primera parada del itinerario para ese día era el memorial del 11 S. Para ello, caminamos unos 5 minutos en línea recta a lo largo de Greenwich St. Una vez allí, paramos enfrente de una de las piscinas del 9/11 Memorial & Museum para hacer algunas fotos. El lugar estaba precioso: los colores rojizos de las hojas le otorgaban un encanto especial y el Survivor Tree estaba más bonito que nunca...
La siguiente parada prevista era el One World Observatory pero, debido a la niebla que se apreciaba en los pisos superiores, decidimos dejar la visita para otro día pues la previsión meteorológica preveía una mejora del tiempo para los próximos días. También decidimos dejar para otro momento la visita al museo del 11 S, pues debido a que el día estaba algo desapacible, había bastante cola. Así que, seguimos con nuestro itinerario visitando por primera vez Liberty Park. Allí fue donde encontramos ¡el primer árbol de Navidad, con enormes bolas rojas y doradas, y las primeras luces de las vacaciones! Además, pudimos obtener unas fotos preciosas de The Sphere con el One World Trade Center de fondo.
De camino a nuestro siguiente punto del itinerario, nos topamos con la Brigada 10 del FDNY, que fue la primera unidad en acudir al lugar de los hechos durante el atentado del 11 S. Allí, pudimos ver el FDNY Memorial Wall (un mural en memoria de los bomberos caídos en el atentado) y un pequeño árbol de Navidad adornado con banderitas estadounidenses y fotos de algunos de esos bomberos.
Tomamos Liberty St. y llegamos a
Zucotti Park. El parque rodeado de rascacielos que, por su proximidad al World Trade Center, se utilizó como un área de logística en la reconstrucción de la zona cero, resultó ser un parque imprescindible para visitar en Navidad: todos los árboles estaban adornados con luces blancas...¡estaba precioso!
Giramos a la derecha en Broadway pasando enfrente de Trinity Church y luego giramos a la izquierda en Wall St. hasta que llegamos al cruce con Broad St. para encontrarnos con el Federal Hall y el edificio de la Bolsa de Nueva York, que estaba decorada para la ocasión con coronas y guirnaldas navideñas. Allí, encontramos también uno de los árboles de Navidad más bonitos y grandes de la ciudad, repleto de luces de colores.
Continuamos en dirección sur por Broad St. hasta su cruce con Beaver St. para regresar a Broadway y toparnos con el parque Bowling Green y el famoso Charging Bull para hacer unas fotografías.
Seguidamente, paseamos por Battery Park, donde tuvimos la oportunidad de ver la Estatua dela Libertad entre la niebla y, también, por primera vez para nosotros, el East Coast Memorial.
Para reducir la caminata hasta nuestra próxima parada,
City Hall Park, decidimos tomar el metro. Accedimos a él en Bowling Green (que, por cierto, era una estación muy bonita) y nos bajamos en Brooklyn Bridge City Hall Station... Con las farolas de gas encendidas y la Jacob Wrey Mould Fountain adornada para la ocasión, el City Hall Park estaba impresionante... Nos quedamos un rato en el parque tomando fotografías y contemplando los imponentes
Woolworth Building y
New York Gehry...
Luego, nos dispusimos a hacer una de las actividades imprescindibles cuando se visita La Ciudad que Nunca Duerme: cruzar el Brooklyn Bridge. A pesar de que no era la primera vez que cruzábamos el icónico puente, paramos en varias ocasiones para hacer bonitas fotos y nos sorprendió encontrar un bajorrelieve de ‘Welcome to Brooklyn’ en el extremo este del puente, que no habíamos visto anteriormente.
Una vez en Brooklyn, caminamos por Washington St. hasta que llegamos a Main Street Park, no sin antes hacer una parada para hacer una foto del Manhattan Bridge entre los edificios de Washington St. ¡Una de las fotos más bonitas de Nueva York!... y escenario de la película ‘Erase una vez en América’.
Continuamos nuestro paseo pegados al East River hasta que llegamos al
Empire Fulton Ferry Park, a nuestro juicio, uno de los mejores miradores gratuitos de La City, y pasamos un rato haciendo fotos del
skyline de la ciudad y contemplando cómo ha cambiado éste desde la película ‘Soy Leyenda’, que rodó una escena en ese parque.
Pegados al Brooklyn Bridge nos dirigimos a la estación de metro de York St. Allí, tomamos la línea F hasta Jay St. e hicimos trasbordo a la línea R para ir hasta Rector St., una parada muy próxima a nuestro hotel.
Hicimos una parada para comer en una hamburguesería de una conocida cadena y, luego, regresamos al hotel para hacer un descanso y coger el gorro y los guantes para aguantar el frío de la tarde-noche.
Siguiendo con la previsión para ese día, nos dirigimos al Hotel Pennsylvania, situado en el cruce de la 33 St. con la 7th Av., el punto de reunión de la excursión que nos llevaría a Dyker Heights, el barrio ítalo-americano en el que, durante las navidades, los vecinos compiten por la gloria de tenerla casa mejor decorada del barrio y que se ha convertido en una auténtica atracción turística durante la temporada navideña. Para ello, tomamos el metro en Rector St. dirección Uptown hasta la estación de 34 Street - Penn Station. Llegamos allí un poco antes de lo previsto, así que matamos el tiempo haciendo fotos del Empire State Building y del Madison Square Garden, que empezaba a estar repleto de gente, pues esa tarde se iba a celebrar un combate de boxeo entre Canelo y Fielding...
A las 5 de la tarde, el autobús se presentó en el hotel. Luego, recogimos al resto de pasajeros en otro punto de recogida y comenzamos la excursión.
El autobús nos llevó hasta el sur de la isla de Manhattan pegado al río Hudson mientras el guía nos explicaba datos curiosos de Nueva York y de la isla de Manhattan...
El verdadero inicio de la excursión lo hicimos en barco, cruzando el East River hasta Staten Island montados en el
Staten Island Ferry... En el barco, nos situamos en su parte trasera para contemplar el
skyline de la ciudad y la Estatua de la Libertad... Aunque habíamos disfrutado de las vistas desde el ferry en anteriores viajes, nunca lo habíamos hecho de noche... Hacía bastante frío, pero quedamos encantados.
A la salida de la terminal del ferry nos esperaba de nuevo el autobús para continuar con la excursión. Cruzamos el puente de Verrazano en dirección al distrito de Brooklyn y nos plantamos en el barrio de Dyker Heights. Después de unas indicaciones por parte de nuestro guía, tuvimos tiempo para recorrer por nuestra cuenta las calles de ese barrio... El vecindario estaba a rebosar de turistas, tanto era así que había policías regulando el paso de los vehículos y viandantes, pero no era para menos... Imagina cualquier adorno navideño que hayas visto y elévalo a la enésima potencia: así era la disparatada (y carísima) tradición de este barrio de Brooklyn y es que los vecinos decoraban sus casas y jardines con miles de luces de colores, guirnaldas, adornos, muñecos y hasta figuras motorizadas… Cada casa tenía su encanto: algunos vecinos optaban por luces discretas y elegantes, mientras que otros abarrotaban sus jardines con todas las luces, figuras e inflables posibles hasta no dejar ni un hueco libre... ¡Imposible que no nos invadiera el espíritu navideño!
Subimos de nuevo al autobús e hicimos una parada en el Empire Fulton Ferry Park para tomar una panorámica nocturna del Downtown Manhattan, del Brooklyn Bridge y del Manhattan Bridge...
Luego, cruzamos a la isla de Manhattan a través del Brooklyn Bridge al ritmo del ‘New York, New York’ de Sinatra para llegar a una de las calles paralelas a Times Square, donde terminaba la excursión. ¡Nos había encantado!
Para terminar el día, tomamos el metro en la estación de Times Sq-42 St. en dirección Downtown hasta Rector St. Una vez allí, y tras una parada para cenar en una pequeña pizzería próxima a nuestro hotel, subimos a la habitación a descansar del intenso día...