Llegamos al aeropuerto 2 horas antes de la salida de nuestro vuelo para obtener nuestras tarjetas de embarque. Luego, tras pasar el control de seguridad, nos dirigimos a la puerta de embarque. ¿Adivinas dónde se encontraba? Sí, lo has adivinado: ¡al final de la terminal!
Nuestro primer vuelo con la compañía Air Canada y destino Toronto salía ala hora programada, por lo que 45 minutos antes, nos dieron permiso para embarcar...
Tras algo más de 8 horas de vuelo llegamos a nuestro primer destino,alrededor de las 4 de la tarde, hora de la costa este. Tras salir del avión, seguimos a la multitud hasta el primer control de seguridad.
Con un nuevo sello en el pasaporte, nos dirigimos directamente a la siguiente puerta de embarque.
Casi cuando nuestro vuelo con destino el aeropuerto de Newark tenía que salir, nos informaron de que éste iba a sufrir un retraso de 50 minutos...
Tuvimos mucha suerte y empezamos a embarcar a la hora establecida sin más retraso. Lo que no imaginamos es que íbamos a estar recluidos dentro del avión en plena pista otra hora y media más sin despegar...
Cuando por fin llegamos a Nueva York eran más de las 10 de la noche... Pasamos el control de seguridad y entregamos el formulario de aduanas.
Tomamos el Air Train, el servicio de monorraíl gratuito y sin conductor,para conectar con el intercambiador de Newark Liberty Airport Station. Una vez allí, cogimos un tren de NJ Transit hasta la estación de Newark Penn Station y luego el PATH al World Trade Center, la parada más próxima a nuestro hotel pues, para este viaje, habíamos reservado un hotel en el Downtown Manhattan. Este recorrido nos costó 11 $ por persona.
Tras una hora de viaje, llegamos a la estación del World Trade Center del PATH, que se encontraba dentro del intercambiador Oculus. Desde allí, fuimos caminando a nuestro hotel, al que llegamos casi a la 1 de la madrugada. Así que, tras hacer el check in, subimos directamente a la habitación para descansar del duro viaje.