Para nuestro viaje por la Costa Oeste, tuvimos que realizar los siguientes preparativos:
No tuvimos que volver a solicitar el permiso ESTA, ya que como lo habíamos solicitado para nuestro primer viaje a Estados Unidos, nos servía para 2 años.
Aunque para conducir en Estados Unidos siendo turista lo único que se necesita es viajar con el permiso de circulación español vigente, se recomienda obtener el permiso de circulación internacional ya que, acompañado del permiso español, sirve de traducción para los cuerpos de seguridad estadounidenses, en el caso de que te paren en la carretera.
El permiso de circulación internacional no es más que una cartulina en forma de tríptico con 16 páginas en su interior en donde, en diferentes idiomas, constan tus datos personales y los permisos que posees.
Como íbamos a pasar muchas horas en la carretera, decidimos solicitar cita en la Jefatura de Tráfico de nuestra ciudad para adquirirlo finalmente.
Como íbamos a conducir durante 16 días por las carreteras estadounidenses decidimos adquirir un mapa de Estados Unidos para nuestro GPS, pues nos salía bastante más económico que alquilar un GPS para todos esos días en la agencia de alquiler de coches.
Aunque en el país americano no hay ningún problema en realizar pagos con tarjeta de crédito o débito, realizamos un cambio de divisas en nuestro banco para disponer de dinero en efectivo para imprevistos y para el pago de la gasolina.
Luego, para esta primera parte del viaje:
Adquirimos las entradas en una agencia de viajes online que disponía de venta de actividades.
Llegamos al aeropuerto 2 horas antes de la salida de nuestro vuelo para facturar nuestro equipaje y obtener nuestras tarjetas de embarque. Nuestro equipaje se dirigiría directamente a Los Ángeles. Luego, tras pasar el control de seguridad, nos desplazamos a la puerta de embarque.
Nuestro primer vuelo con la compañía Alitalia nos llevaría al aeropuerto de Roma-Fuimicino. Éste salía a la hora programada, por lo que 45 minutos antes, nos dieron permiso para embarcar...
En poco más de 2 horas de vuelo llegamos a nuestro primer destino.
Como teníamos una escala muy corta (apenas una hora y media de tránsito),tras salir del avión, nos dirigimos a la siguiente puerta de embarque y en pocos minutos estábamos nuevamente en el interior de otro avión de Alitalia.
Después de 13 horas de vuelo: atravesando media Europa, cruzando todo un océano, sobrevolando Groenlandia y surcando medio cielo norteamericano, llegamos a la ciudad más poblada de la Costa Oeste estadounidense, Los Ángeles, a eso delas 2 de la tarde, hora de la Costa Oeste.
Nos llevó sólo 20 minutos salir del aeropuerto de LAX, maletas en mano, con un nuevo sello estadounidense en el pasaporte pues, cuando llegamos, pudimos realizar el control de acceso al país electrónicamente a través de unas máquinas muy intuitivas... Sólo tuvimos que seleccionar el idioma español en la máquina, escanear nuestro pasaporte y nuestras huellas, responder ‘No’ a las preguntas pertinentes y hacernos la foto de rigor; la máquina nos imprimió un impreso con nuestros datos que entregamos al policía de aduanas; sello en el pasaporte y listos para entrar al país... Nos gustó bastante el sistema pues fue muy rápido y menos intimidatorio...
Salimos del aeropuerto siguiendo las indicaciones de Rental Cars para ir en busca de nuestro coche de alquiler. Una vez fuera de la terminal, aguardamos unos minutos al minibús gratuito que nos llevaría a la agencia de alquiler de coches en la que habíamos reservado un 7 plazas para hacer nuestra ruta (para viajar cómodamente y poder llevar todas las maletas, 4 grandes y 4 de mano) .
La agencia estaba a tan solo 5 minutos del aeropuerto...
Una vez que recibimos las llaves de nuestro coche, introdujimos en nuestro GPS la dirección del hotel que habíamos reservado en Torrance, una localidad próxima al aeropuerto de Los Ángeles y apenas a 30 minutos de distancia de Hollywood.
Es una buena opción reservar tu hotel en una localidad próxima al aeropuerto pues los precios de estos hoteles son mucho más bajos que en pleno Hollywood.
Hicimos el check in en el hotel y dejamos las maletas. Luego, tomamos nuevamente el coche para empezar a recorrer Los Ángeles y sus alrededores.
Para esa primera tarde habíamos diseñado un itinerario para recorrer algunos de los lugares más interesantes de las dos ciudades más importantes situadas a las afueras de Los Ángeles: Beverly Hills y Santa Mónica.
Para empezar, nos dirigimos a Beverly Hills, la localidad popular por las grandes mansiones de ricos y famosos y que sirvió de localización de la exitosa serie juvenil de principios de los 90 ‘Sensación de Vivir’...
Lo primero que hicimos fue ir a hacernos unas fotos junto a uno de los icónicos carteles con las letras de Beverly Hills, que se encontraba en el cruce entre las calles N Doheny Dr. y Santa Monica Blvd.
Tras eso, nos acercamos al parque
Beverly Gardens Park para hacernos unas fotos sentados frente alas letras situadas al fondo del pequeño lago, que se encontraba repleto de nenúfares.
Después de contemplar algún que otro casoplón por los alrededores, nos dirigimos a Rodeo Drive para emular a Julia Roberts en ‘Pretty Woman’... Recorrimos el callejón de Via Rodeo cotilleando los escaparates de las tiendas de firma que había a ambos lados y pasamos enfrente del precioso The Regent Beverly Wilshire Hotel (actualmente Beverly Wilshire, a Four Seasons Hotel). No encontramos aparcado en la acera el Lotus Esprit de Richard Gere pero sí algún que otro Lamborghini y Ferrari...
Para terminar, nos desplazamos hasta Santa Mónica, famosa por su extensa playa, escenario de la exitosa serie de los 90 ‘Los Vigilantes de la Playa’ o ‘Baywatch’, en inglés.
Aparcamos el coche en una de las calles perpendiculares a Ocean Drive, donde se encontraba el paseo marítimo que bordeaba toda la costa de Santa Mónica.
Al atardecer, llegamos andando al lugar más emblemático de la ciudad: el muelle de Santa Mónica, antaño punto final de la mítica Ruta 66 y uno de esos sitios que conoces aunque no lo hayas visto nunca pues ha servido de escenario en multitud de películas como, por ejemplo, en ‘Forrest Gump’.
El muelle mantenía el encanto de principios del siglo XX, con su paseo de madera repleto de puestos de ropa, recuerdos y restaurantes. Paseamos por el muelle y e hicimos cola para fotografiarnos con el
Route 66 Sign, el cartel que indicaba el fin de la Carretera Madre. Luego, nos acercamos al parque de atracciones
Pacific Park con su atracción estrella, la noria, que es la única del mundo que funciona con energía solar y que proporcionaba un bonito espectáculo de luces...
Antes de marcharnos, fotografiamos la hermosa playa y las cabañas tan características de los vigilantes...
Cenamos en una hamburguesería de una famosa cadena y regresamos al hotel a descansar, pues al día siguiente nos esperaban emociones fuertes: el Universal Studios Hollywood.
El complejo Universal Studios de Hollywood acoge unos estudios de cine y el parque temático más antiguo basado en las películas y personajes de la productora.
Cuando vimos el tiempo que íbamos a estar en Los Ángeles al planear el viaje, decidimos emplear una día entero para disfrutar del parque temático.
Empezamos el día desayunando en la cafetería del hotel y conduciendo en dirección a Universal Studios Hollywood.
Una vez que llegamos al complejo, dejamos el coche en el parking (18 $), pasamos el control de seguridad y nos dirigimos a las taquillas para canjear nuestra reserva por la entrada para el parque.
Antes de empezar nuestra aventura en el parque, nos tomamos unas fotos frente a la bola del mundo, que es el símbolo de la compañía, y la imponente entrada…
Nada más entrar, accedimos al espectáculo de Waterworld, basado en la película homónima de ciencia-ficción post-apocalíptica protagonizada por Kevin Costner. ¡Los efectos especiales fueron una auténtica pasada!
De ahí nos desplazamos a la atracción de los minions (que hacía las delicias de los más pequeños, pues había una enorme cola), Despicable Me Minion Mayhem, una buena atracción en 3-D. Luego, cuando bajamos, encontramos a Gru ya dos minions enfrente del orfanato de la señorita Hattie, por lo que aprovechamos para hacernos unas fotos.
Bajamos a la planta baja del parque para acceder a otras atracciones. Una vez allí, dejamos nuestras pertenencias en los casilleros que se ofrecían gratuitamente para montar en la atracción Revenge of the Mummy-The Ride y los cerramos con nuestra huella dactilar. Después, montamos en esa fabulosa montaña rusa indoor saliendo disparados a gran velocidad tanto marcha adelante como marcha atrás... Al salir...¡repetimos!
Para bajar un poco nuestra temperatura corporal, montamos en Jurassic Park-The Ride, donde unas barcas simulaban los todoterreno de la película y atravesamos las puertas gigantes que daban acceso al parque... Al final, nos encontramos con un Tiranosaurus Rex y la única manera de esquivarlo fue lanzarnos a una caída de 26 metros completamente a oscuras… ¡una pasada!
Cuando bajamos, asistimos al adiestramiento de un Velociraptor...
Recorriendo el resto de la planta baja, llegamos a Transformers: The Ride3-D; los efectos 3-D eran muy buenos... Luego, pudimos hacernos unas fotos con Optimus Prime y con Megatron...
Subimos de nuevo al primer nivel para dar una vuelta por el Springfield de Los Simpsons. La ciudad estaba representada con mucho detalle, tanto era así que la Taberna de Moe, la Central Nuclear del Sr. Burns o el Badulaque estaban allí. Después de hacer unas cuantas fotos, nos dirigimos a The Simpsons Ride, ambientada en el parque de atracciones Krustyland; otra maravillosa atracción3-D.
Antes de continuar con nuestro recorrido, nos detuvimos a hacernos unas fotos con Krusty, el payaso...
Continuamos andando por el parque y ¡por fin llegamos al Wizaring World of Harry Potter! El castillo de Hogwarts y Hogsmeade estaban esperándonos… Nos llamó la atención ver a tanta gente disfrazada con las carísimas capas del colegio de magia y moviendo objetos en los escaparates con sus varitas...
Antes de montar en las atracciones de esa zona, hicimos una parada para darnos un buen atracón en Las Tres Escobas, acompañando la comida con Cerveza de Mantequilla y Zumo de Calabaza…
Luego, nos dirigimos al castillo y atravesamos los invernaderos de la clase de Herbología y los pasillos y las habitaciones del colegio Hogwarts de Magia y Hechicería mientras hacíamos cola para montar en Harry Potter and the Forbidden Journey… La espera se nos pasó volando. Ya en la atracción, nuestras piernas quedaron colgando y nos colocamos las gafas 3-D… Participamos en un partido de Quidditch, esquivamos los golpes del Sauce Boxeador y escapamos de la araña Aragog y de los Dementores… Es una atracción que seguro te encantará, tanto si eres un gran fan de la saga como si no…
Cuando bajamos, nos desplazamos a la montaña rusa familiar Flight of the Hippogriff para volar sobre el hipogrifo Buckbeak alrededor de la cabaña de Hagrid.
Dejamos atrás por el momento el Wizaring World of Harry Potter y nos acercamos a Studio Tour. Allí, tomamos un bus para hacer un tour guiado en español de aproximadamente una hora de duración por los estudios de la productora... Pasamos cerca de los restos humeantes del Boeing 747 de ‘La Guerra de los Mundos’, nos encontramos cara a cara con el residente más famoso de Amity Island, ‘Tiburón’ y vimos que quedaban habitaciones libres en el legendario Bates Motel de la película ‘Psicosis’... Además, sin bajarnos del autobús, disfrutamos de las atracciones King Kong 360 3-D y Fast & Furious-Supercharged! ¡Muy chulas!
Seguidamente, fuimos a disfrutar de los espectáculos Universal's Animal Actors, un espectáculo con animales muy divertido, y Special Effects Show, donde nos mostraron algunos de los trucos que emplean los especialistas en las películas...
De ahí, nos pusimos a la cola para la película en 4-D de Shrek que, aunque estaba lógicamente en inglés, estaba muy graciosa.
Al final de la tarde, repetimos en las atracciones que más nos habían gustado y, también, jugamos en los puestos de feria de Springfield (donde conseguimos el unicornio de Agnes), compramos una gran rosquilla en Lard Lad Donuts y recorrimos las tiendas de Hogsmeade (donde compramos una camiseta de nuestra casa favorita y unas Ranas de Chocolate)...
Permanecimos en el parque hasta que echó el cierre y regresamos al hotel, no sin antes hacer una parada para cenar.
Para ese día, teníamos preparado un itinerario que empezaba recorriendo los puntos más emblemáticos de Hollywood y el Griffith Observatory y luego, para por la tarde, teníamos pensado ir de compras a uno de los grandes
outlets situado a las afueras de la ciudad.
Desayunamos en la cafetería del hotel y montamos en el coche para ir al primer punto de nuestro itinerario para ese día: el Letrero de Hollywood. Para ello, nos dirigimos hacia el 3204 de Canyon Lake Dr., una localización cercana al Lake Hollywood Park. Cuando llegamos, aparcamos en uno de los laterales de la calzada y continuamos andando carretera arriba hasta que encontramos una pequeña colina desde donde pudimos tomar fotografías lo más cerca posible del famoso cartel (ya que no está permitido subir a pie hasta el letrero).
De ahí nos desplazamos hacia una de las zonas verdes urbanas más grandes del país y cinco veces mayor que el Central Park de Nueva York: Griffith Park. Aparcamos el coche y seguimos caminando hasta la cima del parque para alcanzar el emblemático
Griffith Observatory, un planetario de primera, localización de gran cantidad de películas, como ‘Terminator’ y magnífico lugar para tomar fotografías, tanto del Letrero de Hollywood como del Downtown L.A.
A media mañana, bajamos hacia Hollywood Boulevard... El aparcamiento en la famosa calle estaba bastante solicitado pese a ser de pago, por lo que optamos por usar el parking público del centro comercial Hollywood& Highland, pues leímos que el parking nos costaría sólo 2$ por 2horas si validábamos el ticket del aparcamiento, es decir, si comprábamos algo en alguna de sus tiendas o restaurantes.
El centro comercial se encontraba pegado a nuestro siguiente punto de interés: el Dolby Theatre, donde cada año se entregan los premios Oscar...
Cruzamos a la acera de enfrente para hacer fotos y luego empezamos a caminar por el Paseo de la Fama de Hollywood, donde desde 1960 se ha honrado con una estrella de mármol rosado en la acera a los personajes del mundo del espectáculo.
Llegamos casi hasta el final de la calle mirando al suelo, leyendo y fotografiando las estrellas con los nombres de los personajes famosos. Luego, cruzamos al otro lado y dimos la vuelta hasta que alcanzamos el
Grauman's Chinese Theatre, donde encontramos las huellas en el cemento de los actores de Harry Potter, Clint Eastwood y Morgan Freeman, entre muchas otras.
Cuando acabamos de ver los puntos más emblemáticos de Hollywood, entramos en una tienda para comprar unas botellas de agua y validar el ticket del parking.
Luego, montamos en el coche y pusimos rumbo a Camarillo Premium Outlets, que se encontraba en la ciudad del mismo nombre, a menos de una hora en coche de donde estábamos.
A eso de las 3, alcanzamos la entrada principal del centro comercial. Fuimos derechos a la oficina de atención al cliente para presentar nuestro pasaporte extranjero y obtener el Savings Passport, una libreta con descuentos para las tiendas del outlet . Esta libreta se puede obtener en todos los malls Simon; por aquel entonces, su obtención era gratuita si bien, actualmente, para recibirlo, en algunos outlets , tienes que pagar (suelen ser entre 5 y 10 $); creemos que el desembolso para obtener el Savings Passport sólo te merece la pena si tienes pensado gastar una gran cantidad de dinero en varias tiendas... (puedes consultar qué tiendas outlet posee el centro comercial en su web).
Luego, antes de comenzar con las compras, comimos una buena hamburguesa acompañada de milkshake en un restaurante de la conocida franquicia americana con ambientación de hamburguesería de los años 50 que tanto nos gustaba.
Para ir más rápido con las compras, decidimos separarnos para que cada pareja fuera a las tiendas que quisiera...
Compramos bastantes cosas a buen precio, aunque en California la ropa sí que tiene impuestos y tuvimos que pagar tasas...
A última hora de la tarde, volvimos al hotel para refrescarnos un poco y guardar todas las cosas en las maletas pues al día siguiente dejaríamos Los Ángeles para ir a Las Vegas...