Para esta parte del viaje tuvimos que realizar los siguientes preparativos:
Reservamos un Scenic Tour online en Antelope Slot Canyon Tours.
Reservamos la excursión online en Grand Canyon Scenic Airlines. Reservamos un tour, de unas 7 horas de duración, que nos llevaría en bus desde nuestro hotel en Las Vegas hasta el aeropuerto de Boulder City, donde tomaríamos una avioneta para trasladarnos a Grand Canyon West y podríamos disfrutar de las vistas de la presa Hoover, el lago Mead y el río Colorado. Una vez en el Gran Cañón, tomaríamos un helicóptero para sobrevolar el cañón y descender a su base. Después, iríamos a deleitarnos con las magníficas vistas del Grand Canyon West desde los miradores de Eagle Point y Guano Point donde, además, podríamos disfrutar de una comida. Luego, volveríamos nuevamente en avioneta a Boulder City y de ahí en bus a nuestro hotel.
Tras desayunar en la cafetería del hotel y hacer el check out, montamos en el coche dirección a Las Vegas.
La carretera seguía una larga recta una vez dejamos los atascos de la gran urbe de Los Ángeles...
Después de 2 horas, llegamos a Barstow, uno de los lugares emblemáticos de la ruta 66, pues ha sido durante siglos una encrucijada y una importante área de descanso para los motoristas de la Ruta 66, al encontrarse casi a mitad de camino entre Los Ángeles y Las Vegas.
Nos desviamos para hacer una parada técnica y poder echar un vistazo al museo dedicado a la famosa carretera, el Barstow Route 66 Mother Road Museum. El acceso al museo era gratuito y pudimos hacernos fotos con los carteles antiguos de la ruta... Luego, nos acercamos a la exposición de históricas locomotoras, vagones y furgones de cola pertenecientes al Western America Railroad Museum.
Seguimos de ruta atravesando el Desierto de Mojave, viendo a los lados dunas y Joshua Trees...
Llegando a Primm, en la frontera con Nevada, vimos los primeros casinos...
Las Vegas se nos apareció en el horizonte tras poco más de 4 horas de viaje, a eso de la 1 del mediodía, y los grandes hoteles, como el MGM, el Luxor o el Caesars Palace ocuparon nuestras retinas.
Fuimos derechos a nuestro hotel, el Stratosphere Casino, Hotel & Tower, en el extremo norte de The Strip, y aparcamos el coche en el parking gratuito del mismo. Al acceder al lobby del hotel nos vimos rodeados de máquinas tragaperras, mesas de dados y ruletas, pues lo que no sabíamos es que en todos los hoteles de Las Vegas, la recepción era el casino...
Hicimos el check in y subimos ala habitación a dejar las maletas, refrescarnos un poco y ponernos ropa veraniega pues el calor comenzaba a ser asfixiante.
Antes de irrumpir en el bullicio, los neones y el juego de la Ciudad del Pecado, queríamos disfrutar de una experiencia radicalmente distinta acercándonos al parque estatal más grande y antiguo de Nevada: el Valley of Fire, donde la naturaleza iba a ser la gran protagonista.
El impresionante Valle de Fuego se encontraba a poco más de 80 Km de nuestro hotel por lo que llegamos allí en menos de una hora montados en nuestro7 plazas. Bajamos la ventanilla en la garita de seguridad de la entrada, pagamos los 10 $ por vehículo que se requerían para acceder al parque y pedimos prestado un mapa.
Mapa en mano, nos dispusimos a recorrer el parque...
Nada más entrar no nos extrañó que este paraje natural se hubiese convertido en plató de películas como ‘Transformers’ o que fuera uno de los lugares favoritos por recién casados para hacerse sus fotos de boda, pues tenía una fotografía espectacular...
La carretera que recorría el lugar ya era un punto de interés en sí misma pues describía, entre esas formaciones rocosas rojizas tan características del Valle de Fuego, múltiples curvas,
zig-zags y cambios de rasante (aunque con muy buen asfalto). ¡Una auténtica maravilla!
Bajamos del coche en el primer punto de interés: Arch Rock, una formación rocosa con forma de de arco que nos proporcionó una fotos preciosas.
Nos desplazamos en coche hasta Atlatl Rock y, después de subir por unas escaleras, descubrimos las marcas grabadas en la roca que dejaron los antiguos indios que vivían en los alrededores: los Petroglifos.
Seguimos conduciendo hasta llegar a Seven Sisters, una formación de 7 rocas consecutivas donde volvimos a obtener unas buenas fotografías del lugar... Y, para terminar, nos dirigimos a Elephant Rock, la curiosa formación con forma de elefante.
Salimos encantados después de ver esos paisajes de ardientes colores...
Desde allí, retornamos a Las Vegas para ir adelantando los itinerarios previstos para los siguientes días y tener nuestro primer contacto con The Strip.
Antes de empezar, aparcamos el coche en un parking público de Las Vegas Blvd. que se encontraba cerca de un restaurante de una conocida cadena ambientado en la música rock, donde paramos a comer.
Aunque es verdad que el núcleo de toda la marcha de Las Vegas se concentra en una única calle, lo que se conoce como The Strip, también es cierto que esa calle tiene la friolera de 6,4 Km, con el Stratosphere Casino, Hotel & Tower en el extremo norte y el Mandalay Bay en el sur; por lo que visitar todos y cada uno de los hoteles que se encuentran a ambos lados de la calle a más de 40 grados en un sólo día es prácticamente imposible. Lo más factible a la hora de recorrer la zona es dividirla en dos partes, que llamaremos The Strip South y The Strip North. De sur a norte, The Strip South contemplará Las Vegas Blvd. desde el Mandalay Bay hasta el Bellagio y The Strip North desde el Caesars Palace hasta el Stratosphere Casino, Hotel & Tower.
Así que para avanzar con nuestros itinerarios, decidimos emplear lo que quedaba de tarde viendo o visitando los hoteles más impresionantes de The Strip South.
Bajamos por Las Vegas Blvd. hasta que alcanzamos la pirámide y la esfinge del Luxor Hotel & Casino. Si no fuera porque la pirámide estaba cubierta de espejos, dada la espectacular altura de ambas construcciones, el lugar podría pasar por El Cairo... Fotografiamos el maravilloso hotel, las esculturas egipcias exteriores y el impresionante obelisco...
Unos metros más al norte encontramos el Excalibur Hotel & Casino, inspirado en la fortaleza y reino del legendario Rey Arturo, Camelot, donde tomamos bonitas fotografías al caer la noche.
Cruzamos al lado opuesto por una de las muchas pasarelas elevadas que cruzaban Las Vegas Blvd. para obtener mejores vistas de los siguientes hoteles: el MGM Grand y el New York-New York Hotel &Casino.
El MGM Grand, enorme resort de color esmeralda, era uno de los hoteles más grandes de Las Vegas, lo que pudimos comprobar al obtener fotos de su silueta, ya que prácticamente no cabía en el encuadre. Su dueño también lo fue de los estudios Metro-Goldwyn-Mayer, de ahí su nombre y el enorme león de bronce de 14 metros que encontramos a la entrada.
El
New York-New York estaba inspirado en la Gran Manzana y era todo una minimetrópoli con réplicas a escala reducida de los grandes monumentos de la ciudad como el Empire State, la Estatua de la Libertad, Grand Central, el edificio Chrysler o incluso el Brooklyn Bridge. Aunque sabíamos que no era real, nos quedamos embobados contemplando nuestro amado Nueva York... Estaba todo casi al detalle... Incluso los taxis amarillos estaban allí, eso sí, en forma de vagón de la
Big Apple Coaster, la montaña rusa que surcaba la miniciudad de los rascacielos...
Cuando nos dirigíamos al siguiente hotel, nos encontramos con las tiendas M&M's World y Coca-Cola Store... ¿Para qué íbamos a resistirnos? Entramos y picamos algún souvenir...
Antes de llegar al Planet Hollywood Resort & Casino, subimos nuevamente a la pasarela elevada para cruzar al otro lado de la calle y llegar al Bellagio Hotel and Casino, el hotel más lujoso de Las Vegas.
Nada más entrar al hotel, el techo del vestíbulo ya nos impresionó pues estaba decorado por 2000 flores de cristal de diferentes colores sopladas a mano... Todo emanaba
glamour y encanto italiano... Atravesando el abarrotado casino llegamos al jardín botánico, donde el maravilloso despliegue floral cambia con las estaciones; a nosotros nos tocó disfrutar del fondo marino... ¡Una preciosidad!
Tras dar una vuelta por el casino disfrutando del aire acondicionado, volvimos a la calle para asistir a la famosa coreografía de las fuentes del estanque del Bellagio. Pero antes tomamos unas fotografías estupendas de otro de los hoteles: el Paris Las Vegas, una versión reducida de la capital francesa con réplicas de la Torre Eiffel y el Arco del Triunfo...
El espectáculo de las Fountains of Bellagio tiene lugar cada 15 minutos a partir de las siete de la tarde por lo que entre coreografía y coreografía es un buen momento para coger sitio...
Nos colocamos justo en la mitad del estanque y quedamos encantados con el precioso espectáculo a ritmo del ‘Uptown Funk’ de Bruno Mars... ¡Imprescindible!
Como llegaba la hora de cenar, regresamos a por el coche y nos dirigimos a un restaurante de una cadena americana cercano a nuestro hotel, que luego se convertiría en una de nuestras cadenas de restaurantes preferidas en Estados Unidos...
Después, dejamos el coche en el parking del hotel y probamos suerte en nuestro casino jugando a las máquinas Slot y al Blackjack durante una rato antes de ir a dormir...
Para ese día en la Capital del Entretenimiento Mundial habíamos reservado una excursión para visitar, en el vecino estado de Arizona, Antelope Canyon, situado en una reserva india navaja. Además, aprovechando que este cañón se encontraba a tan sólo 6 Km de Page, iríamos a visitar el Horseshoe Bend.
A primera hora de la mañana, tomamos un desayuno abundante en nuestro restaurante favorito y, a eso de las 9, montamos en el coche para ir al primer punto de nuestro itinerario para ese día: Antelope Canyon.
Condujimos casi 5 horas hasta que llegamos al punto señalado en nuestra reserva, una agencia de viajes operada por indios navajos, en Page. Nos identificamos y esperamos en el parking adyacente hasta el inicio del tour (a las 3 de la tarde).
Antes de subirnos a las camionetas que nos llevarían al cañón del antílope y dar comienzo a nuestro tour, conocimos un poco de cultura india navaja viendo una típica danza de la lluvia...
En unos 15 minutos llegamos a Upper Antelope Canyon y dejamos la camioneta para continuar el recorrido de una hora y media de duración por el cañón a pie.
Aunque habíamos visto algunas fotografías en internet, no podíamos imaginar lo mágico del lugar... Desde hace millones de años, el agua ha ido formando un estrecho cañón por el que entra la luz a duras penas iluminando y creando sombras espectaculares sobre las formas caprichosas e imposibles de sus suaves paredes rojizas... ¡Indescriptible! ¡Maravilloso! ¡Sorprendente! Me faltan adjetivos para describirlo, por lo que ¡es mejor que lo veas por ti mismo!...
Obtuvimos unas fotos fantásticas aprovechando los halos de luz que penetraban en el cañón con ayuda de nuestro guía que, además de conocerse al dedillo el cañón, era un experto fotógrafo.
¡Nos encantó Antelope Canyon! Un verdadero acierto de excursión...
Cerca de la agencia de viajes navaja, encontramos una pizzería donde paramos a comer.
Con las pilas recargadas, nos dirigimos en coche al Horseshoe Bend Parking Lot, que se encontraba en un desvío de la Hwy 89.
Bajo un sol de justicia, caminamos durante 15 minutos por un sendero a través del desierto hasta que llegamos al borde del mirador que nos ofreció un paisaje espectacular: el
Horseshoe Bend, un meandro sinuoso en forma de herradura que genera el río Colorado... ¡Precioso y espectacular! Además, como llegamos a media tarde, el sol nos ofreció unos bonitos reflejos...
Después de maravillarnos con el lugar y hacer miles de fotos, nos subimos de nuevo en el coche para regresar a Las Vegas, a la que llegamos bien entrada la noche.
Tras ganar unos dólares en el casino, nos fuimos a dormir...
Para ese día en la Ciudad del Pecado habíamos preparado una excursión muy completa para visitar, en el vecino estado de Arizona, Grand Canyon West, situado en la reserva de los indios Hualapai.
Habíamos elegido visitar Grand Canyon West porque era la zona del Gran Cañón más cercana a Las Vegas (en coche, a poco más de 2 horas frente a las más de 4 horas respecto de los otros miradores: South Rim o North Rim) y porque, además, era la única zona en la que podías experimentar la sensación de volaren helicóptero y aterrizar en la base del cañón.
Luego, para por la tarde habíamos preparado un itinerario que pasaba por visitar Las Vegas Sign, recorrer el resto de hoteles y casinos de The Strip y conocer el Downtown Las Vegas (Recorrido Total caminando: 54 min- 4,3 Km).
Quedamos a las 6 y media de la mañana con Elena y Benja para desayunar algo antes de ir al Gran Cañón... En el casino del hotel encontramos una cafetería que tenía muy buena pinta; así que nos sentamos en una de sus mesas a desayunar... Pedimos pancakes rellenos de fresas y chocolate blanco que venían acompañados de unas lonchitas de bacon crujiente y una pequeña ración de hashbrowns; bañamos los pancakes con un buen chorrito de sirope de arce y los acompañamos con un buen milkshake... ¡Perfecto para empezar un gran día!
Luego, a las 7:15 nos desplazamos a la entrada norte del casino, donde debía recogernos el autobús para llevarnos al aeropuerto de Boulder City, nuestra primera parada de la excursión.
Tras recoger a otros pasajeros, salimos de Las Vegas hacia Boulder City, una ciudad que se encuentra a unos 30 Km de Las Vegas, que fue originalmente construida como alojamiento para los trabajadores que iban a construir la presa Boulder (que luego paso a llamarse presa Hoover) y que curiosamente es una delas dos ciudades del estado de Nevada, junto con Panaca, donde está prohibido el juego.
Aproximadamente a las 8:30 llegamos al aeropuerto de Boulder City e hicimos el check in para nuestro vuelo en avioneta con destino a Grand Canyon West.
45 minutos después salimos a la pista y montamos en el pequeño avión...
Desde el aire vimos la impresionante presa Hoover y el lago Mead, el lado artificial más grande de América, pero sin duda las dos cosas que más llamaron nuestra atención fueron: el laberinto de formaciones rocosas que se habían esculpido en el lugar desde hace millones de años y las dimensiones titánicas que tenía...
Una vez que llegamos al cañón, nos dirigimos al helipuerto.
El vuelo en helicóptero fue una auténtica pasada, no sólo por el bonito paisaje que nos rodeaba durante el vuelo sino porque pudimos apreciar la inmensidad del cañón cuando descendimos los 1200 metros que había desde su borde hasta su base...
El calor que hacía en el fondo del cañón era extremo pero lo compensaba estar rodeados de las impresionantes paredes del cañón... Además, ni siquiera en las películas habíamos visto el Gran Cañón desde esa perspectiva...
También disfrutamos del vuelo de vuelta en helicóptero, pues el piloto realizó el ascenso a través de una ruta diferente.
Una vez arriba, tomamos un autobús
shuttle para ir al primer mirador dela superficie:
Eagle Point, cuyo nombre se debía a una formación rocosa en forma de águila...
Las vistas y el paseo por el borde del cañón en Eagle Point sobrecogían... ¡No nos cansamos de hacernos fotografías y retratar el imponente paisaje! ¡Sin duda, estábamos ante una de las Siete Maravillas del Mundo!
En Eagle Point, encontramos la atracción por excelencia de Grand Canyon West: el Skywalk, un puente voladizo de cristal con forma de herradura que sobresalía más de 20 metros del borde, de tal modo que podías contemplar el fondo del cañón a través de su suelo. Aunque nos llamaba la atención, no compramos la entrada pues no estaba permitido acceder a la pasarela con tu propia cámara de fotos...
Tomamos nuevamente el shuttle para desplazarnos al mirador de Guano Point.
Allí, teníamos prácticamente vistas panorámicas en 360º y, además, por esa zona abundaban los cuervos, lo que quedaba muy bien en las fotos, jeje.
En Guano Point hicimos uso de nuestro vale para la comida que consistió en un rico pollo asado con patatas, bebida y postre...
Tras la comida, tocaba volver a Boulder City en la avioneta y despedirse del Gran Cañón, que nos había dejado boquiabiertos... Lo que no sabíamos era que, además del Gran Cañón, casi nos iba a tocar despedirnos de este mundo... Tras 30 minutos de vuelo espectacular, tocaba aterrizar... Nos salimos de la pista de aterrizaje tras un descenso más que brusco; empezamos a ver piedras sueltas saltando a través de las ventanas y la avioneta empezó a colear... En el último minuto, el piloto consiguió enderezar el aparato y devolverlo a la pista... Todo quedó en una anécdota de viaje, pero podía haber sido mucho peor...
Una vez que el autocar nos dejó en el hotel, tomamos nuestro coche para visitar Las Vegas Sign y volver a recorrer The Strip.
Las Vegas Sign se encontraba en el extremo sur de The Strip, un poco más abajo del hotel Mandalay Bay. Como es un sitio muy frecuentado por los turistas para hacerse fotos, han diseñado un parking gratuito allí mismo, así que aparcamos nuestro coche y nos pusimos en la cola de turistas para hacernos las fotos pertinentes con el famoso ‘Welcome to Fabulous Las Vegas, Nevada’.
Después, condujimos por Las Vegas Blvd. y aparcamos el coche en el parking del hotel The LINQ, donde la primera hora era gratis, para recorrer los hoteles y casinos de The Strip South.
Al salir nos encontramos con The LINQ Promenade, una calle perpendicular a La Vegas Blvd. situada entre el hotel Flamingo Las Vegas y The LINQ, repleta de restaurantes y cuya pieza central era la High Roller, la noria panorámica más grande del mundo, superando a las famosas London Eye, la Star of Nanchang y la Singapure Flyer.
Desde allí, caminamos en dirección norte hasta llegar al Treasure Island o TI y fotografiamos la magnífica silueta del hotel, de temática pirata.
Enfrente, se encontraba The Palazzo que conectaba con The Venetian. En su exterior,
The Venetian contaba con reproducciones a tamaño natural de famosos monumentos venecianos como el Puente Rialto o el Campanile y con una pequeña laguna donde se ofrecían paseos en góndola...
Cuando entramos en The Venetian los ojos se nos fueron directamente al techo, donde había pintados unos espectaculares frescos... Además, dentro del hotel nos topamos con mimos y cantantes de ópera. El interior del casino, como la mayoría en Las Vegas, también contaba con algunas atracciones, siendo una de ellas el museo de cera Madame Tussauds Las Vegas. Cómo negarnos a obtener esas fotografías graciosísimas, ¿verdad? Compramos la entrada en el mismo museo (17 $ por persona) y entramos. Nos hicimos fotos geniales con estrellas del cine, de la música y del deporte, así como con personajes relacionados con Las Vegas como Elvis o Zach Galifianakis, Alan en ‘Resacón en Las Vegas’ (‘Hangover’, en inglés).
De ahí, nos desplazamos en dirección sur a The Mirage, un enorme casino con temática polinesia. En la entrada nos encontramos con cascadas y, al acceder al interior a dar una vuelta, nos pareció otro hotel espectacular pues nos vimos rodeados de vegetación; incluso, en la recepción, pudimos ver un enorme acuario con infinidad de peces... Luego, salimos al exterior para intentar coger un buen sitio para ver el espectáculo del volcán que tenía lugar en una laguna ante la fachada... ¡Un espectáculo indispensable!
Siguiendo dirección sur, nos encontramos con otro bonito hotel, el Harrah's Las Vegas Hotel & Casino, con la temática de fiesta de carnaval.
Luego, llegamos al Caesars Palace, donde se hospedaban los chicos de ‘Resacón en Las Vegas’. El hotel era enorme pues estaba compuesto por 5 torres: Augustus, Octavius, Julius, Palace y Forum. En su exterior, el casino con temática del Imperio Romano tenía reproduccion estales como la Fontana de Trevi, la Piazza Barberini, el Coliseo... y elinterior no se quedaba atrás, había reproducciones en mármol de estatuas clásicas, imponentes fuentes, camareras disfrazadas y un gigantesco casino...
Sacamos el coche del parking y nos dirigimos al Downtown Las Vegas, el centro de la ciudad, que acogía los hoteles y casinos más antiguos y de aire retro , dónde empezó todo...
Aparcamos en una de las calles aledañas tras pasarnos un buen rato buscando aparcamiento...
Andando, nos dirigimos a la calle principal, la Fremont St., donde han montado la
Fremont Street Experience, una zona peatonal a cubierto rodeada de casinos que ocupa cinco manzanas.
Recorrimos la zona, que tenía una gran tirolina que recorría la calle (Slotzilla) y un alucinante espectáculo de luz en el techo, y entramos en el casino Golden Nugget Las Vegas Hotel & Casino (toda una institución) y contemplamos, a la vuelta del vestíbulo del hotel, la pepita de oro más grande del mundo, la Hand of Faith, que le da el nombre al casino.
Queríamos haber cenado en el restaurante
Heart Attack Grill, un restaurante de hamburguesas americanas que casi es otra atracción, pues tiene el record de la hamburguesa más calórica del mundo y una temática hospitalaria: las camareras son enfermeras y los clientes, sus pacientes; de manera que las enfermeras toman las prescripciones de los pacientes y aquellos que no se terminan su prescripción reciben un castigo...; pero ya no dejaban entrar a más gente para cenar...