Para esta última parte del viaje, tuvimos que realizar los siguientes preparativos:
Para saber si debíamos adquirir un PASS de Nueva York o no para el viaje,primeramente, calculamos cuál sería el precio total que pagaríamos por las atracciones que queríamos visitar si comprábamos las entradas en sus webs o en las taquillas de la atracción; luego, comparamos ese coste con el precio de los PASS que había en ese momento y vimos que nos ahorrábamos aproximadamente un 40%, por lo que decidimos adquirir uno.
Como queríamos visitar bastantes atracciones en pocos días (concretamente, 8 atracciones en 5 días), era más interesante para nosotros en este viaje comprar el PASS de 7 atracciones Sighseeing Pass y adquirir una atracción aparte (observatorio Top of the Rock). Compramos el paseen una agencia de viajes online con disponibilidad para la compra de entradas y actividades.
Realizamos la reserva de la entrada en una agencia de viajes online con disponibilidad para la compra de entradas y actividades.
Hicimos el check out del hotel de Binghamton y emprendimos el viaje al aeropuerto de Newark, donde debíamos devolver el coche.
Después de 3 horas de viaje, llegamos a la oficina de alquiler de coches y dejamos el vehículo.
Luego, tomamos de nuevo el Air Train, el servicio de monorraíl gratuito y sin conductor que tomamos 20 días atrás, hasta la estación de Newark Liberty Airport Station. Una vez allí, cogimos un tren de NJ Transit hasta la estación de Newark Penn Station y luego el PATH al World Trade Center, la parada más próxima a nuestro hotel pues, para este viaje, habíamos reservado un hotel en el Downtown Manhattan. Este recorrido nos costó 11 $ por persona.
Tras una hora de viaje, llegamos a la estación del World Trade Center del PATH, que se encontraba dentro del intercambiador Oculus. Desde allí, fuimos caminando a nuestro hotel.
Al realizar el check in en el hotel, nos sorprendieron nuevamente con una cookie con pepitas de chocolate… Subimos a la planta 21 donde se encontraba nuestra habitación,que era bastante grande y moderna; dejamos las maletas y nos refrescamos un poco para salir a comernos la ciudad e ir adelantando los itinerarios previstos para los siguientes días…
Una de las primeras cosas que queríamos hacer era recoger el PASS de Nueva York que habíamos adquirido. Para ello, debíamos ir al museo Ripley’s Believe It or Not!, que se encontraba cerca de Times Square.
Bajamos a la estación del metro de Whitehall St., que se encontraba enfrente de nuestro hotel, y compramos la imprescindible Metro Card (compramos dos Metro Card con viajes ilimitados para 7 días). Luego, tomamos el metro hasta la parada de Times Square-42 St.
Comimos por la zona y después fuimos a recoger el PASS al museo.
Con el pase ya en nuestro poder, caminamos por la 42 St. hasta el Pier 83 para realizar un nuevo paseo en barco alrededor de la isla de Manhattan con Circle Line Sighseeing Cruceros. De todos los cruceros ofertados, elegimos el Crucero Harbor Lights Sunset, que realizaba un recorrido de ida y vuelta por el sur de la isla, recorriendo los lugares más emblemáticos de la ciudad, al atardecer. Canjeamos el PASS y en seguida realizamos el embarque.
Comenzamos el viaje en barco, navegando en dirección sur por el río Hudson. Lo primero que divisamos, por el lado izquierdo, fue el Midtown, resaltando el Empire State y el Chrysler Building y, por el lado derecho, los rascacielos de Hoboken, en el estado de Nueva Jersey. Antes de dirigirnos a Liberty Island, obtuvimos una de las vistas más bonitas del paseo: el Downtown, con el One World Trade Center sobresaliendo entre el resto de edificios. Seguidamente, pasamos cerca de las islas Liberty y Ellis y pudimos ver de cerca la Estatua de la Libertad. Luego, seguimos el East River, pasando por debajo de los puentes de Brooklyn Bridge, Manhattan y Williamsburg y, antes de llegar a la isla de Roosevelt, dimos la vuelta para realizar una segunda pasada por los lugares más emblemáticos de la ciudad.
Tras desembarcar, desandamos la 42 St. hasta su cruce con la 7th Av. y subimos la avenida hasta llegar a
Times Square. Cenamos por allí y luego cogimos el metro nuevamente hasta la estación de Whitehall St. para ir al hotel pues tras el viaje en coche, necesitábamos dormir...
Ese día era la primera vez que íbamos a celebrar la festividad del 4 de Julio en el continente americano… Habíamos leído que, si bien los americanos no celebran los festivos como nosotros, muchas de las tiendas y atracciones de Nueva York cerrarían aquel día o lo harían parcialmente por lo que, para ese día,diseñamos un itinerario por el Greenwich Village, que nos ocuparía toda la mañana, para el que no teníamos previsto acceder a ninguna atracción y luego, por la tarde, iríamos a ver los fuegos artificiales que tendrían lugar en el East River para celebrarla Independencia de los Estados Unidos (Recorrido total caminando: 1,24 h - 6,6 Km).
Después de coger algo para llevar para el desayuno, bajamos la calle Whitehall St. hasta llegar a la estación de South Ferry, donde cogimos el metro hasta la estación de Houston St.
Nuestro primer punto a visitar en el Greenwich Village era el 90 de Bedford St. Puede que esta dirección no te resulte familiar, pero si te digo que allí se encuentra el edificio de apartamentos de la serie ‘Friends’, la cosa cambia, ¿a que sí? Tomamos la calle Varick St. en dirección norte hasta su desembocadura con la 7th Av. y luego giramos a la izquierda en la calle Bedford St. En el cruce de esa calle con la calle Grove St. pudimos distinguir la fachada del famoso edificio, la única parte real del edificio que veíamos en la serie, pues sus interiores eran ficticios, recreados en el plató de Los Ángeles...
Nuestra siguiente parada era otra localización de película: la casa de Carrie Bradshaw de ‘Sexo en Nueva York’, localizada en el 66 de Perry St. Giramos en Grove St. y otra vez más en Bleecker St. para alcanzar la calle Perry St. Al llegar al número 66, hicimos las fotografías pertinentes, si bien no pudimos hacernos ninguna foto en las escaleras del apartamento, pues el verdadero dueño de la casa, harto de tanto turista, las tenía acordonadas...
Después, nos dirigimos al pequeño Christopher Park, bajando por la 4 St. En el lado norte de este parque se encontraba el Stonewall Inn, donde en 1969 un grupo de homosexuales hartos de abusos se alzaron exigiendo sus derechos civiles, lo que marcó el inicio de lo que sería la revolución gay. En el propio parque, visitamos las dos estatuas blancas de parejas del mismo sexo que conmemoraban los actos de 1969...
Seguimos por la 4 St. hasta su cruce con la Avenida de las Americas. Caminamos en dirección sur hasta alcanzar Joe's Pizza, en el 7 de Carmine St., un clásico en la venta de pizza por porciones y escenario de película en ‘Spiderman’...
Para llegar a nuestra siguiente parada del itinerario en el Greenwich Village, giramos a la izquierda en Minetta Ln. Luego, al doblar la esquina en la calle Macdougal St., llegamos al Cafe Wha?, toda una institución, donde dieron sus primeros pasos músicos tan importantes como Bob Dylan.
Nuestra última parada en el Greenwich Village fue Washington Square Park. Mientras atravesábamos el parque, vimos las mesas equipadas con tableros de ajedrez, donde se realizaban partidas públicas, y el famoso arco del triunfo,que conmemora el centenario de la presidencia de George Washington...
Terminamos nuestro paseo por el barrio en la 5th Av., donde nos sorprendimos de encontrar una Nueva York desierta, sin un solo ser viviente ala vista... La festividad, seguramente, hizo que no hubiera nadie por las calles y que pareciera que estuviéramos protagonizando ‘Vanilla Sky’...
Caminamos por la 5th Av. en dirección norte hasta su cruce con la 14 St. y giramos a la derecha para llegar a Union Square. Atravesamos el parque como en nuestro anterior viaje y tomamos Broadway para alcanzar el Flatiron Building.
Luego, tomamos el metro en la 23 St. para ir a Grand Central. Como aún era pronto, decidimos ira ver un edificio que aún no habíamos visto de cerca en ninguno de nuestros viajes a la Gran Manzana: United Nations, que aparecía en la película de Hitchcock ‘Con la muerte en los talones'. Caminamos lo que quedaba de la 42 St. en dirección este y nos topamos de frente con el edificio.
Después, realizamos una parada técnica para comer y, más tarde, tomamos el metro en Grand Central hasta la estación de Vernon Blvd-Jackson Av., en el distrito de Queens, pues era la estación más próxima al parque Gantry Plaza State Park, donde íbamos a ver el show de fuegos artificiales del 4 de Julio.
Llegamos sobre las 4 de la tarde y el espectáculo no empezaba hasta las 9, pero ya había un gran número de personas por la zona.
Compramos hielos, bebidas y aperitivos para soportar la larga espera…
Para acceder al parque tuvimos que pasar un pequeño control de seguridad.
Al llegar allí, no nos extrañó que Nueva York estuviera prácticamente vacía... ¡había miles de personas en el parque! La mayoría de la gente llevaba allí horas, de hecho, muchos habían disfrutado de un buen picnic... La zona estaba llena de gente sentada en sillas plegables, con sus neveras y sombrillas...
Las vistas del Midtown Manhattan que ofrecía el lugar eran impresionantes, sobre todo del edificio de Naciones Unidas, el Chrysler Building y la zona del Empire State... ¡Sin duda habíamos elegido un buen sitio para ver el show pirotécnico!
Sobre las 6 de la tarde, las barcazas llenas de pólvora de los almacenes Macy's comenzaron a instalarse a lo largo del East River. Los fuegos artificiales se lanzarían desde esas barcazas por lo que, como medida de seguridad, los barcos del FDNY se situaron también por la zona.
A medida que avanzaba la tarde, el parque acogía más y más gente...
Luego, unos minutos antes del
show, pudimos ver una exhibición maravillosa de los bomberos de Nueva York: activaron todos los cañones de agua de los barcos como si fueran fuentes...
Al anochecer pudimos ver el Empire State Building iluminado con los colores de la bandera de los Estados Unidos...
Finalmente, a la hora indicada, el cielo se inundó de luz y color, pues cientos de fuegos artificiales fueron lanzados desde cada una de las barcazas... El espectáculo pirotécnico acompañado de música y con una duración de unos 40 minutos, fue el más bonito que habíamos visto nunca... ¡Espectacular!
Tardamos bastante en salir del parque una vez que el
show hubo acabado, pues había miles y miles de personas...
Tomamos el metro de regreso al distrito financiero y, una vez allí, antes de subir a descansar a la habitación del hotel, entramos a un supermercado típico estadounidense (de esos que abren 24 horas) para comprar algo de cena pues, como regresamos muy tarde, no encontramos ningún restaurante abierto cerca de nuestro hotel.
Luego, cenamos y ¡a dormir!
Con el itinerario previsto para ese día en la Gran Manzana teníamos intención de visitar algunas atracciones del Midtown y del Uptown, comenzando por la visita guiada al Madison Square Garden y terminando con una cena al más puro estilo Broadway en el famoso Ellen's Stardust Diner.
(Recorrido total caminando: 1,02 h – 4,8 Km).
Tras comprar algo para desayunar, nos subimos al metro en la estación de Whitehall St. hasta la 34 St.-Herald Square. Una vez allí, caminamos unos 5 minutos por la 33 St. en dirección a la 7th Av. donde se encontraba el Madison Square Garden.
Accedimos al estadio y entramos en la tienda para canjear nuestro PASS por la entrada al All Access Tour, con el que queríamos visitar las instalaciones del estadio.
Comenzamos el tour caminando a través de los pasillos del estadio, donde pudimos ver algunos de los carteles y objetos de los eventos más importantes que han tenido lugar en el recinto como, por ejemplo, el Combate del Siglo,entre Muhammed Alí y Joe Frazier...
Accedimos seguidamente a uno de los palcos VIP, que ofrecía comodidades para unas 20 personas a un precio que podía alcanzar el millón de dólares por temporada...
Luego, nos sentamos en una de las butacas del graderío para contemplar la cancha, que cambia rápidamente según el evento que vaya a albergar.
Visitamos una de las salas de cerveza, que proveen de barriles para surtir a todo el estadio de esta bebida, en sus diferentes presentaciones.
Finalmente, entramos en los vestuarios de los Knicks y de las New York Liberty. Nos llamó la atención la forma circular de estos espacios, gracias ala cual los jugadores pueden mirarse directamente a los ojos...
Tras terminar el tour, caminamos por la 7th Av. hasta su cruce con la 42St. para alcanzar la siguiente parada del itinerario: el museo Ripley's Believe It or Not!
Canjeamos nuestro PASS por la entrada al museo y entramos. Aunque se encuentra en otras partes del mundo, esa era la primera vez que visitábamos un museo Ripley y la verdad que nos encantó pues, además, de poder ver los objetos más raros y extravagantes que te puedas imaginar, era posible interactuar con algunos de los objetos o desafiar al Black Hole, lo que fue bastante divertido... Además, nos lo pasamos en grande con el reto lingual que se proponía al inicio del museo y cuya solución se recibía justo al salir... Te recomendamos que lo hagas, jajaja.
Tras realizar una parada técnica para comer, nos dirigimos a la
New York Public Library .¡Por fin pudimos visitar la sala de lectura Rose Main Reading Room!
Luego, tomamos la 5th Av. en dirección norte para visitar la Trump Tower. Esa vez encontramos mucha más seguridad que hace dos años, por razones obvias... Entramos al edificio para visitar los espacios públicos del rascacielos. Nada más entrar pudimos ver la ostentosidad de la decoración a base de mármol rosa, dorados y espejos... Subimos por las escaleras mecánicas hasta el espacio verde del piso superior y luego, cotilleamos las tiendas y restaurantes del interior del edificio. Nuestro lado friki hizo acto de presencia...
Nuestra siguiente parada era el Top of the Rock, por lo que bajamos por la 5th Av. hasta la 50 St. y buscamos la alfombra roja en las cercanías de la entrada el mirador. Al intentar canjear nuestra reserva por la entrada, nos dijeron que no quedaban entradas hasta bien entrada la noche... Como queríamos disfrutar de las vistas del atardecer en el mirador, decidimos canjear la reserva por una entrada para el día siguiente a las 18:30.
Caminamos hacia la Rockefeller Plaza para alcanzar el siguiente punto del itinerario: la tienda Nintendo NY Store. La tienda, con casi 1000 metros cuadrados de extensión y 2 plantas, era el paraíso para unos amantes de los videojuegos como nosotros... Pudimos encontrar los últimos videojuegos de la marca (incluso pudimos probar alguno de ellos), una exposición con las primeras videoconsolas y, por supuesto, estanterías llenas de merchandising de los famosos personajes de Nintendo. Nos fue imposible salir con las manos vacías de la tienda y no sucumbir a la tentación de comprar algún artículo…
Como ya empezaba a caer la noche, decidimos ir al Ellen's Stardust Diner pues habíamos leído que se formaba bastante cola para recibir mesa... Andamos hacia el oeste por la 50 St. hasta su cruce con la 7th Av. y giramos a la derecha hasta la 51 St. Nada más tomar la 51 St. vimos una enorme fila que salía del restaurante... al parecer los rumores eran ciertos. Nos pusimos a la cola a esperar pero, cuando llevábamos unos 15 minutos esperando, el maître salió a preguntar por mesas para dos y entramos en el restaurante sin tener que esperar toda la fila...
La comida no estuvo mal, pero sin duda lo mejor fue el espectáculo que nos ofrecieron los camareros-cantantes... Nos encantó el ambiente al más puro estilo de musical de Broadway y lo bien que cantaban los camareros... ¡No pudimos resistirnos a cantar mientras cenábamos como el resto de comensales!¡Todo un acierto!
Para terminar el día, tomamos el metro en la 49 St. hasta la parada de Whitehall St., que teníamos enfrente del hotel.
Para ese día habíamos previsto un itinerario para visitar el resto de atracciones que nos quedaban del Downtown, comenzando con la visita a las islas Liberty y Ellis Island. Además, teníamos pendiente la subida al Top of the Rock al atardecer, que habíamos cambiado el día anterior.
(Recorrido total caminando: 59 min – 4,6 Km).
Para ir a la primera parada de nuestro itinerario para aquel día, tras comprar algo para desayunar, nos dirigimos caminando a Castle Clinton atravesando Battery Park.
Una vez allí, canjeamos nuestro PASS por el ticket para el ferry que nos llevaría a ver la Estatua dela Libertad y Ellis Island.
Mientras esperábamos la fila para pasar de control de seguridad de acceso al ferry, pudimos ver y fotografiar The Sphere, la escultura que se encontraba en la plaza del World Trade Center en medio de las Torres Gemelas y que pudo rescatarse con tan sólo algunas abolladuras de entre el amasijo de hierros provocado tras los atentados del 11 S (desde Agosto de 2017, la escultura no se encuentra en Battery Park pues fue trasladada a Liberty Park).
Cuando pasamos el control de seguridad, montamos en el ferry y nos dirigimos a Liberty Island.
Una vez llegamos a la isla, fuimos derechos al monumento. Fotografiamos la Estatua de la Libertad de todos los ángulos posibles, tarea nada fácil debido tanto a la cantidad de gente que se encuentra en los alrededores haciendo lo mismo (aunque en este caso no había ninguna sirena caminando desnuda por los alrededores como en la película ‘Splash’) como a la envergadura de la estatua... ¡se ve enorme cuando te colocas debajo! No nos extrañó que los ‘X-Men’ hubieran podido estar retenidos en su interior...
Cuando ya hubimos tomado un buen número de instantáneas, nos acercamos al muelle para tomar una buena panorámica del skyline de Nueva York.
Luego, montamos otra vez en el ferry en dirección a Ellis Island. Tras desembarcar, accedimos al museo de inmigración. Nos resultó muy familiar, pues sirvió de escenario para una comedia romántica que nos encanta: ‘Hitch’. Visitamos algunas exposiciones y la galería, donde consultamos uno de los libros de registro, en el cual los inmigrantes debían registrarse al llegar al continente americano.
Tras dar una vuelta por la isla, montamos en el ferry de regreso a Manhattan.
Caminamos hacia el parque Bowling Green para visitar el Charging Bull. Esta vez encontramos decenas personas rodeando al toro y haciéndose fotos...
Subimos por la calle Broadway hasta su cruce con Liberty St., donde giramos a la izquierda para alcanzar el World Trade Center. Atravesamos el 9/11 Memorial & Museum, haciendo algunas fotos, hasta llegar a la siguiente parada de nuestro itinerario: el One World Observatory.
Canjeamos nuestro PASS por la entrada al observatorio, pasamos el control de seguridad y volvimos a subir a la planta 102 del gigantesco rascacielos para contemplar esas maravillosas vistas de Manhattan.
Cuando bajamos, paseamos por la calle Broadway hasta la estación de metro de Chambers St., donde tomamos el metro dirección Uptown hasta Times Sq.-42 St. Luego, caminamos por la 42 St. hasta llegar a Bryant Park, donde paramos para comer un rico wafel en el famoso Wafels & Dinges, que se encontraba en una de las esquinas del parque.
Sobre las 6 de la tarde emprendimos el camino hacia el observatorio del Top of the Rock para ver el atardecer desde las alturas... Subimos por la 5th Av. hasta la 50 St. y giramos a la izquierda hasta toparnos con la alfombra roja que indica la entrada al edificio. Entregamos la entrada, pasamos el control de seguridad y accedimos al ascensor que nos subiría hasta el piso 67. Luego, subimos hasta el piso 70, donde se encontraba el mirador al descubierto para coger un buen sitio para hacer fotos del atardecer…
Cuando bajamos, tomamos la 50 St. hasta la 7th Av. y bajamos hasta Times Square. Volvimos a recorrer la famosa plaza, entrando en alguna tienda nueva, como la Hershey’s Chocolate World, donde encontramos una cantidad impresionante de chocolatinas(algunas de ellas ni siquiera llegan a Europa). Además, nos ofrecieron degustar alguna de ellas… ¡mmmm! ¡Que diferente es hoy en día la plaza de la que aparecía en la película ‘Taxi Driver’...!
Para terminar el día, tomamos una rica hamburguesa por la zona antes de regresar al hotel.
Para ese día teníamos pensado realizar dos actividades que no habíamos hecho nunca en Nueva York: montar en teleférico y recorrer las calles de la Gran Manzana en bicicleta. Además, visitaríamos el Empire State Building (Recorrido total en bicicleta: 1,42 h -28,6 Km).
Una vez que llenamos el estómago, cogimos el metro en la estación de Whitehall St. dirección Uptown y nos dirigimos a la parada Lexington Av./59 St. Luego, caminamos en dirección este por la 60 St. hasta llegar a la estación de Roosevelt Island Tramway, que se situaba prácticamente en el cruce con la 2nd Av. Allí se encontraba el Roosevelt Island Tram, un teleférico que se eleva entre los edificios por el lado este de Manhattan y cruza el East River hasta Roosevelt Island, conectando las dos islas.
El teleférico de la isla de Roosevelt no es una de las atracciones más conocidas de Nueva York, si bien a nosotros si nos era familiar puesto que saleen una de las películas de ‘Spiderman’.
Para acceder al teleférico no tuvimos que pagar nada ya que el trayecto está incluido con la Metro Card.
El trayecto, de unos 3 minutos de duración, nos permitió sobrevolar el East River siguiendo el puente de Queensboro, obteniendo unas vistas muy bonitas de Manhattan y un montón de fotos...
Cuando llegamos a Roosevelt Island comenzó a chispear por lo que no pudimos visitar la isla como queríamos (nos dio miedo que lloviera más porque no llevábamos paraguas); así que decidimos tomar nuevamente el teleférico de regreso a Manhattan.
Confiando en que dejara de llover, tomamos nuevamente el metro en Lexington Av./59 St. dirección Downtown hasta Brooklyn Bridge City Hall para ira la tienda de alquiler de bicicletas.
Afortunadamente en el sur de la City, el cielo estaba más despejado…
Bordeamos el City Hall Park, caminamos en dirección a South Street por la calle Fulton St. y nos dirigimos al 110 de South St. donde estaba la tienda de alquiler de bicis. Presentamos nuestros PASS y recibimos las bicis.
Como la devolución de las bicicletas se podía hacer hasta la hora del cierre de la tienda, decidimos ir pedaleando hasta Central Park, que todavía no habíamos visitado en este viaje, por medio del carril bici que bordeaba Manhattan.
Antes de tomar el carril bici del lado del río Hudson, durante nuestro recorrido en bici, pasamos por el Helipuerto de South Street, la terminal del Staten Island Ferry y atravesamos Battery Park.
Del lado del río Hudson, el carril bici transcurría sin curvas pegado ala carretera... Mientras pedaleábamos en dirección norte, a nuestra derecha pudimos ver el One World Trade Center y el High Line; por la izquierda, el portaviones Intrepid y un sin fin de parques con buenas vistas del skyline de Nueva Jersey.
A la altura de la calle 66 St. dejamos el carril bici y continuamos dirección este hacia Central Park.
Una vez entramos en el parque tomamos la carretera de circunvalación que lo recorría en sentido contrario a las agujas del reloj, realizando paradas para hacer fotos. A la altura de la fuente de Bethesda, giramos a la izquierda y paramos en las escaleras de la terraza a tomar instantáneas...
Teniendo en cuenta el tiempo que habíamos tardado en realizar el recorrido de ida, decidimos emprender el regreso (realizando el mismo trayecto a la inversa) para devolver las bicis a tiempo.
Luego, regresamos al hotel a refrescarnos y cambiarnos de ropa...
Después, montamos en metro en Whitehall St. dirección Uptown hasta la estación de 34 St.-Herald Sq. para visitar la última parada de nuestro itinerario para ese día: el Empire State Building.
A unos pasos de la estación se encontraba la entrada al rascacielos art decó. Entramos y canjeamos nuestro PASS por la entrada al mirador del edificio y nos pusimos a la fila para pasar el control de seguridad.
Debido a la alta afluencia de público, una vez llegamos al piso 80, el personal del edificio nos sugirió subir andando las 6 últimas plantas que restaban al mirador.
Cuando llegamos al piso 86 ya era noche cerrada pero, como en ‘Algo para recordar’, la noche lo convierte en un lugar muy romántico (aunque encontramos como siempre el observatorio repleto de gente, al contrario que en la película...). Además, nos encantan las vistas nocturnas de Manhattan que ofrece el Empire State...
Para cenar, tomamos unas porciones de pizza en una pizzería cerca de 7th Av. Luego,regresamos a descansar al hotel.
Nuestro vuelo de regreso a casa partía del aeropuerto de Newark por la tarde por lo que nos quedaba medio día para seguir disfrutando de la Ciudad delos Rascacielos.
Teníamos pensado aprovechar la mañana visitando algún que otro punto de interés en los barrios de Tribeca y Nolita y luego queríamos cruzar a Brooklyn para visitar Coney Island (Recorrido total caminando: 26 min - 1,96 Km).
Realizamos el check out del hotel y, para no tener que ir cargados con las maletas, utilizamos el servicio de consigna del hotel.
Bajamos andando por la calle Whitehall St. para coger el metro en la estación de South Ferry y tomamos la línea 1 hasta Franklin St., situada en Tribeca. Tras andar unos pasos en dirección norte por Varick St. llegamos al 14 de North Moore St., nuestra primera parada del itinerario para ese día.
Lo especial de esa dirección residía en que allí se encontraba la estación de bomberos que aparecía en la película ‘Ghostbusters’. En el suelo, incluso, pudimos ver el logo de los cazafantasmas, así que no pudimos resistirnos a hacer unas cuantas fotos…
Desde allí nos dirigimos al Nolita, para degustar una tartita de queso en el famoso Eileen’s Special Cheesecake, situado en el 17 de Cleveland Place. Para ello,tomamos Broadway hasta su cruce con Walker St., caminamos en dirección este hasta Lafayette St. y luego dirección norte hasta Kenmare St. En la esquina de esa calle, se encontraba la famosa pastelería. Degustamos dos tartitas de queso riquísimas y a buen precio…
Seguimos con nuestro itinerario subiendo por Spring St. hasta Prince St.,donde giramos a la izquierda para tomar el metro. Nos montamos en la línea Q en dirección Downtown hasta la parada Ocean Park Way, ya en Brooklyn.
Después de una hora de trayecto, simplemente tuvimos que cruzar la calle desde la parada de metro para acceder a
Coney Island y al parque de atracciones
Luna Park.
Lo primero que hicimos al llegar allí, fue atravesar el parque de atracciones para pasear por el Boardwalk, que reconocimos de la película ‘Brooklyn’, y ver la playa… Qué pena que fuese nuestro último día en Nueva York pues, de otro modo, nos hubiéramos dado un baño en las aguas del Atlántico…
Luego, paseamos entre los juegos de feria y atracciones de Luna Park y nos acercamos a ver la atracción más famosa del parque: Cyclone, una montaña rusa de madera que data de 1927.
Visitamos Nathan’s, de donde dicen son los auténticos hot dogs neoyorkinos y que es una verdadera institución en Coney Island.
Después, emprendimos el viaje de vuelta al hotel para recoger las maletas tomando el metro en Ocean Park Way hasta Whitehall St.
Luego nos dirigimos al Oculus para coger el PATH de vuelta a la estación de Newark Penn Station, donde tomamos el NJ Transit hasta Newark Liberty Airport Station (por otros 11 $ por persona) y, finalmente, el Air Train hasta la terminal de donde salía nuestro vuelo…
Habían sido unas vacaciones fantásticas en las que habíamos visto muchos lugares, pero tocaba despedirse de la Costa Este y de Nueva York... hasta nuestro próximo encuentro...