Para ese día teníamos preparado un itinerario combinado por el Uptown y Midtown que empezaba visitando Central Park y terminaba visitando Grand Central
(Recorrido total caminando: 1,35 h – 7,3 Km).
Como el día había amanecido soleado, antes de comenzar el itinerario por el Uptown y después de tomar un buen desayuno en la cafetería del hotel, decidimos hacer la visita al observatorio del One World Trade Center.
Como era primera hora de la mañana, no encontramos demasiada gente esperando para subir al observatorio del edificio más alto de la ciudad... Canjeamos el PASS, pasamos el control de seguridad y subimos en el ascensor para disfrutar del time-lapse sobre la historia de Nueva York durante la ascensión al piso 102.
Tras los vídeos, visitamos el observatorio por libre, disfrutamos de las vistas y, por supuesto, hicimos cientos de fotos: hacia el sur, del Distrito Financiero, la Estatua de la Libertad y la isla de Governors Island; hacia abajo, en ángulo casi recto, del 9/11 Memorial; hacia el sureste, en dirección al East River, de los puentes de Brooklyn, de Manhattan y de Williamsburg, con el distrito de Brooklyn extendiéndose en el horizonte por detrás; hacia el suroeste, del estado de Nueva Jersey, con varios rascacielos junto al río Hudson; y, por último, hacia el norte, de los edificios de Manhattan compitiendo por el espacio, con las agujas del Empire State Building o el Chrysler Building sobresaliendo entre la masa de edificios.
Cuando consideramos que ya nos habíamos empapado lo suficiente de las vistas de la Gran Manzana desde el observatorio, emprendimos la bajada para continuar con nuestro itinerario.
Giramos a la derecha en Vesey St. y luego a la izquierda en Broadway hasta que llegamos a la estación de Chambers St., donde tomamos el metro dirección Uptown hasta la parada de 72 St./Broadway. Una vez allí, caminamos por la 72 St. en dirección este hasta que nos encontramos de frente con una de las entradas de Central Park.
Antes de acceder al parque hicimos unas cuantas fotos al
Edificio Dakota, residencia del cantante y compositor y ex delos Beatles, John Lennon y a cuyas puertas fue asesinado en 1980 a manos de Mark Chapman.
Accedimos a
Central Park e hicimos la primera parada frente al célebre mosaico en homenaje a John Lennon instaurado en el suelo con las letras Imagine situado cerca de la pradera Strawberry Fields. Luego, rodeando El Lago, alcanzamos Cherry Hill, repleto de carrozas tiradas por caballos, y el romántico Bow Bridge donde, a pesar de la época del año en la que estábamos, pudimos realizar unas fotos preciosas... Continuamos el paseo alrededor del Lago y llegamos al corazón del parque: la fuente de Bethesda, que se encontraba vacía para evitar su congelación. Caminamos a través de Bethesda Terrace y continuamos paseando en dirección sur hasta que llegamos a The Dairy Visitor Center & Gift Shop: la edificación que originalmente fue concebida como una fuente de leche fresca para los niños a finales del siglo XIX, estaba decorada para la ocasión. A pocos metros, nos encontramos con la famosa pista de patinaje sobre hielo de Wollman Rink, que se encontraba abarrotada de patinadores y que ofrecía una panorámica navideña preciosa de La City... Allí nos encontramos también a Santa Claus felicitando la Navidad a los viandantes... Por último, antes de dejar el parque, fotografiamos el icónico Gapstow Bridge, uno de los escenarios neoyorkinos de la película ‘Solo en casa 2: Perdido en Nueva York’.
Saliendo por la esquina sur-este del parque nos topamos con el fabuloso Hotel Plaza, con una decoración navideña exquisita, y la exclusiva 5th Av. donde íbamos a realizar una de las actividades imprescindibles durante la Navidad en Nueva York: contemplar los escaparates navideños. Y es que, en cuanto se acercan las navidades, los grandes almacenes de la ciudad transforman sus escaparates en escenarios de ensueño...
Nuestra ruta por los escaparates comenzó con los de los grandes almacenes de Bergdorf Goodman (58 St./5th Av.) y con un clásico de las decoraciones de Nueva York, los de la lujosa joyería de ‘Desayuno con Diamantes’, Tiffany & Co. (57 St./5th Av.).
Luego, hicimos fotos a la Torre Trump, como ya era habitual, con un amplio dispositivo de seguridad a su alrededor...
Como ya no sentíamos los dedos por el frío, aprovechamos para entrar a la imponente catedral de San Patricio. Nunca antes habíamos accedido a St. Patrick's Cathedral pero nos pareció una iglesia superbonita, además ésta se encontraba decorada con un bonito abeto, guirnaldas y coronas, lo que la hacía aún más atractiva.
Cuando hubimos aumentado nuestra temperatura corporal, nos dirigimos a los escaparates de Navidad más famosos de Nueva York, los de los grandes almacenes Saks Fifth Avenue (49 St./5th Av.), que incorporaban movimiento...
Cruzando al otro lado de la calle, nos encontramos con otro escenario típico navideño, los Channel Gardens con el famoso árbol del Rockefeller Center al fondo... ¡Espectacular!
Caminamos hasta la plaza del
Rockefeller Plaza donde nos encontramos la pista de patinaje sobre hielo más famosa de todo Manhattan (aunque es la más pequeña) y el inmenso abeto. Pasamos un buen rato haciendo fotos en la zona más navideña de la Gran Manzana...
Luego, nos dispusimos a hacer una visita a la tienda Nintendo NY Store para comprar algo de merchandising de los famosos personajes de Nintendo… De camino, nos encontramos con una grata sorpresa y es que, en plena Rockefeller Plaza, encontramos abierta la mítica tienda FAO Schwarz, en la que un jovencísimo Tom Hanks realizó una de las escenas más famosas del cine tocando una canción con los pies sobre un inmenso piano, en la película ‘Big’.
Tras las compras, tomamos la 48 St. hasta el cruce con la Avenida de las Américas. Avanzando unos pasos en dirección norte nos encontramos con una de las decoraciones más famosas de Nueva York, unas luces y unas bolas rojas gigantes...
Entre las calles 50 St. y 51 St., nos topamos con el Radio City Music Hall, otro escenario de esa época del año pues, además de poseer otro árbol de Navidad precioso, las Rockettes representaban el emblemático espectáculo Christmas Spectacular.
Continuando con nuestro itinerario, giramos a la derecha en la 50 St. y buscamos la alfombra roja en las cercanías de la entrada el mirador Top of the Rock. Al intentar canjear nuestro PASS por la entrada, nos dijeron que no quedaban entradas hasta bien entrada la noche... Como queríamos disfrutar de las vistas del atardecer en el mirador, decidimos canjear el PASS por una entrada para el día siguiente a las 16:00, así que aprovechamos para hacer una parada para comer un bocadillo personalizado en un restaurante de una conocida cadena.
Modificando nuestro itinerario, decidimos acercarnos al museo del portaviones Intrepid; así que bajamos nuevamente por la 5th Av. hasta la 42 St. y nos acercamos a las proximidades de Grand Central, en el cruce de la 42 St. con Park Av. para tomar el autobús M42, que cruzaba de este a oeste la isla de Manhattan por la 42 St. y que nos dejaría a las puertas del museo. En pocos minutos, el autobús se presentó en la parada... pero no era un autobús cualquiera, era un ¡Autobús de la Nostalgia! Y es que durante el mes de Diciembre, la MTA permite a los neoyorkinos y a los turistas disfrutar de modelos antiguos vintage de trenes y autobuses en algunas líneas... Montamos en el bus, pagamos con nuestra Metro Card y disfrutamos de las vistas de la calle 42 St. montados en el pasado...
Nos bajamos en la última parada, justo en el puerto. Luego andamos unos pasos hasta nuestro destino, el Pier 86, donde se encontraba el Intrepid Sea, Air & Space Museum. Como a Borja, a Vicente le encanta el mundillo de los aviones... Tras canjear nuestro PASS, nos dirigimos a la cubierta del hangar para contemplar todos los objetos del museo. Luego, recorrimos el resto de cubiertas deteniéndonos a veces en ciertas salas ya que algunos voluntarios (normalmente veteranos de guerra) ofrecían explicaciones interesantes sobre el funcionamiento del portaaviones y/o su historia. Ya en la cubierta de vuelo, vimos los objetos más preciados del museo: el avión espía A-12 Blackbird, el F-14 Tomcat, el AV-8A Harrier y el Concorde, el primer avión utilizado para el transporte de pasajeros que rompió la barrera del sonido.
Cuando terminamos de recorrer el museo ya era de noche, así que el viaje de vuelta en el Autobús de la Nostalgia fue más bonito si cabe, con todas las luces de ciudad encendidas para la ocasión... Nos bajamos en el cruce de la 42 St. con Madison Av. y pasamos un rato tomando fotografías del exterior de la preciosa estación
Grand Central con el
Chrysler Building de fondo. Por último, accedimos a la estación, que estaba más bonita que nunca con la decoración navideña... Tanto era así que nos quedamos un buen rato viendo pasar a la gente desde los balcones del vestíbulo principal...
Después, tomamos el metro en dirección Downtown hasta Wall St. para regresar al hotel y dar por finalizado el día.