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Diario de Viaje: Crucero de 8 días por las Islas Griegas

Jet lag Adictos • ago 03, 2022

(Parte II del Diario de Viaje: Combinado Atenas - Crucero por las Islas Griegas)

Índice

  • Preparativos.
  • Día 2: ¡Todos a bordo!
  • Día 3: Heraklion (Creta).
  • Día 4: Rodas.
  • Día 5: Mikonos.
  • Día 6: Katákolon.
  • Día 7: Corfú.
  • Día 8: Santorini.
  • Día 9: Atenas – Madrid.

Preparativos

Para esta segunda parte del viaje, tuvimos que realizar los siguientes preparativos:


  • Realización de itinerarios.
  • Reserva de la excursión Knossos & El Minotaur. Precio total (2 personas): 137,76 €.
  • Reserva de la excursión Olympia – Birthplace of the Olympics. Precio total (2 personas): 195,70 €.
  • Reserva de la excursión Timeless villages and Scenic drive. Precio total (2 personas): 194,66 €.
  • Reserva de la excursión Charming Oia Village. Precio total (2 personas): 118,80 €.
  • Registro en la aplicación Android de Eurofins para la realización de la prueba de COVID-19 antes del embarque.

DÍA 2: ¡Todos a bordo!

Nuestro barco, el Norwegian Jade, de la naviera Norwegian Cruise Line (NCL), partía del puerto del Pireo en dirección a Creta a las 11 de la noche pero teníamos permiso para embarcar desde las 12 del mediodía, así que decidimos aprovechar ese hecho y embarcar tan pronto como nos fuera posible para así disfrutar unas horas más de las instalaciones del barco.


Tras desayunar en el hotel, nos dirigimos a la Plaza Omonia para tomar el metro hasta el puerto del Pireo.


Compramos 2 billetes sencillos en las máquinas expendedoras y nos montamos en el tren de la línea 1 en dirección Piraeus hasta su término.

Después de una media hora de viaje llegamos al puerto marítimo del Pireo. Eso sí tuvimos que andar unos 30 minutos más hasta llegar al muelle E12 para por fin ver la colosal silueta de nuestro crucero… ¡El Norwegian Jade era imponente! ¡Sus 15 cubiertas y sus casi 300 metros de eslora hacían de él un barco majestuoso y que nos quedáramos con la boca abierta!


Tras cerrar la boca (jaja), nos dirigimos a la terminal. Una vez allí, entregamos nuestra reserva y nuestro certificado COVID y mostramos que habíamos realizado el registro en la aplicación Eurofins. Nos dieron la opción de facturar nuestras maletas y que éstas llegaran a media tarde directamente a nuestro camarote o llevarlas con nosotros a bordo. Como llevábamos únicamente equipaje de mano, elegimos la segunda opción; así podríamos disponer de todas nuestras cosas en cualquier momento. Seguidamente, nos realizaron la prueba de antígenos para el COVID-19 y nos sentamos a esperar el resultado… Tras recibir el resultado negativo, recibimos las tarjetas (FreeStylePass) que nos identificaban como pasajeros del Norwegian Jade y que nos permitían, además, abrir la puerta de nuestro camarote y disfrutar de las bebidas y restaurantes de especialidades que se nos incluían con el Paquete Free at Sea que habíamos adquirido…


Y, por fin, embarcamos al Norwegian Jade (no sin antes posar para una bonita foto justo a la entrada)… Debido a las restricciones de COVID-19, las indicaciones de seguridad se iban a mostrar en la TV de nuestro camarote durante todo el día (pues no podían impartirse en grupo) pero debíamos presentarnos en el Punto de Encuentro asignado en nuestra FreeStylePass para que nos registraran; así que lo primero que hicimos fue tomar el ascensor y dirigirnos al Punto de Encuentro que nos habían asignado. Tras el registro, nos dirigimos a la cubierta 5 donde se encontraba nuestro camarote. Localizamos el camarote 5542 en el mapa dispuesto a la salida del ascensor y caminamos hasta él… Puede parecer mentira pero estábamos ansiosos por descubrirlo… Debía ser la emoción por navegar de nuevo… Colocamos la tarjeta sobre la cerradura y entramos… ¡Qué maravilla! Enfrente nuestra encontramos una cama king size y, justo encima, una ventana panorámica enorme que nos permitiría disfrutar de las vistas del mar… A la izquierda, localizamos un gran tocador y la puerta que cerraba un baño completo con ducha, y a la derecha, un mueble-bar y un gran armario… ¡Era perfecto!


Encontramos las reservas para las excursiones que habíamos reservado desde Madrid y la clave para conectar nuestros teléfonos al Wi-Fi del barco de acuerdo al paquete de internet que se incluía en el Paquete Free at Sea que habíamos adquirido…


Después de haber inspeccionado nuestro camarote, colocamos nuestros móviles y las tarjetas recibidas en sendas bolsitas impermeables y nos dispusimos a investigar el barco…


Nada más salir del camarote, encontramos justo al lado de nuestra puerta y en un espacio destinado a ello, el folleto FreeStyle Daily, que recogía todas las actividades que iban a tener lugar durante el primer día de crucero… Decidimos llevarlo con nosotros para echarle un vistazo…


Empezamos nuestro tour por el barco desde la cubierta 5 pues las cubiertas 1, 2 y 3 estaban destinadas a las salas de máquinas y otros usos y la 4 era una cubierta destinada sólo a camarotes. Allí encontramos el Stardust Theater donde se celebrarían distintos espectáculos durante el viaje...


Siguiendo nuestro ascenso por las cubiertas del barco llegamos a la cubierta 6 donde encontramos algunos de los bares, tales como: Tankards Beer & Whiskey Bar, Mixers Martini & Cocktail Bar o el Magnum’s Champagne & Wine Bar, éste último con piano de cola; el restaurante a la carta francés Le Bistro (coste adicional); una entrada a los salones-restaurantes principales Alizar y Grand Pacific; otra entrada al teatro y el magnífico Casino Jade, donde prometimos echar un buen rato…


Ya en la cubierta 7 encontramos otros bares, como el Bliss Ultra Lounge, con karaoke, y el Java Café & Bar; el restaurante japonés Teppanyaki (coste adicional) y el asiático Jasmine Garden; otra entrada al teatro; tiendas y la recepción del barco… Y, además, un acceso al exterior para pasear.


En la cubierta 8 encontramos el restaurante irlandés O’Sheehan’s Neighborhood Bar & Grill, que estaba abierto las 24 horas y en el que había bastantes pantallas de TV para ver deportes.


Las cubiertas 9, 10 y 11 eran cubiertas sólo destinadas a camarotes así que, a continuación, accedimos directamente a la cubierta 12. Allí, encontramos la entrada al Spa del barco (coste adicional); el gimnasio; la sala de lectura y la sala de juegos de cartas; la piscina principal y la piscina de adultos, que poseían 2 grandes jacuzzis cada una y estaban rodeadas de hamacas para tomar el sol; un gran bar para distribuir bebidas a los usuarios de las piscinas; una pantalla de televisión gigante detrás de las piscinas; los club para niños y adolescentes; el restaurante a la carta italiano La Cucina (coste adicional); el restaurante-bufé Garden Café y el restaurante parrilla The Great Outdoors, que poseía mesas al aire libre justo en la popa del barco.

Las cubiertas 13 y 14 eran cubiertas al aire libre aptas para pasear o tomar el sol y con acceso directo a la cubierta 12. Pero, además, en la cubierta 13 encontramos la discoteca Spinnaker Lounge y la pista de atletismo, así como el bar The Pit Stop y los restaurantes a la carta Moderno Churrascaria y Cagney’s Steakhouse (coste adicional) y las instalaciones deportivas.


No pudimos acceder a la cubierta 15, pues esta estaba reservada para los miembros del club The Haven.


Después de investigar todo lo que el Norwegian Jade ofrecía, estábamos aún más contentos… ¡El viaje prometía! ¡Lo íbamos a pasar en grande!


Sin más dilación, nos plantamos en la cubierta 12, pedimos unos cócteles y tomamos prestadas unas toallas con nuestra FreestylePass y pasamos el resto de la mañana probando la fresca agua de las piscinas y las burbujas de los jacuzzis, y tomamos los primeros rayos de sol tumbados en los sofás…


Tanto agua nos abrió el apetito, así que nos dirigimos al restaurante-buffet Garden Café… ¡El restaurante era enorme! La comida estaba exquisita y había muchísima variedad... ¡Mmmm!


Luego de la comida y, tras descansar un rato tumbados en las hamacas, volvimos a bajar nuestro calor corporal en la piscina mientras disfrutábamos de la música caribeña del grupo Island Notes, que tocaban en directo en la misma cubierta, y tomábamos unos cócteles.


Luego, a eso de las 20:00 horas, regresamos a nuestro camarote para darnos una ducha y quitarnos el bañador para así asistir ya secos a la cena.


Nos dirigimos a cenar de nuevo al bufé Garden Café. De nuevo la variedad de comida y la calidad del bufé nos dejó impresionados…


Después de la cena, paseamos un rato por el paseo de la cubierta 13 para bajar la comida y luego a las 22:00 nos unimos a la fiesta que celebraba el inicio de la navegación y que tenía lugar junto a las piscinas. A las 23:00 horas, por encima de la música, el atronador sonido de la bocina indicó nuestra partida hacia las Islas Griegas… ¡Qué emocionante! En pocos minutos dejamos atrás el puerto del Pireo y nos adentramos en el Mar Egeo…


Tras el fin de la fiesta, no quedaba otra cosa que hacer que volver al camarote a descansar de nuestro primer día increíble de crucero…


DÍA 3: Heraklion (Creta)

Para ese día, nuestro crucero haría puerto en la isla de Creta y, más concretamente, en Heraklion, la capital de la isla, por lo que teníamos previsto realizar una excursión para visitar el Palacio de Knossos y luego un pequeño recorrido por la ciudad portuaria.

A pesar de que habíamos dormido plácidamente mecidos por las olas del mar, aquel día nos levantamos bastante temprano, pues los rayos de sol penetraban desde bien pronto por la ventana panorámica… Así que, tras vestirnos y tomar nuestro voucher de reserva de la excursión para aquel día, subimos hasta la cubierta 12 para empezar el día con un buen desayuno.


Si la comida y la cena el día anterior en el bufé Garden Café nos habían sorprendido gratamente, el desayuno nos dejó literalmente babeando durante un buen rato…


A las 10:00 de la mañana nuestro crucero atracó en el muelle de Heraklion y pocos minutos después ya estaba permitido desembarcar pero nosotros debíamos ir al Stardust Theater, en la cubierta 7, a las 10:20, pues era el punto de encuentro para el inicio de la excursión.


Cuando ya habían acudido todos los pasajeros que iban a realizar la excursión, desembarcamos, dejamos a un lado el puerto y nos subimos al autobús con el que iríamos al Palacio de Knossos.


En unos 15 minutos habíamos llegado al parking del complejo, pues el Palacio de Knossos se encontraba a apenas 5 Km del puerto, y pudimos dar comienzo a la excursión con el acceso al Palacio de Knossos.


Con ayuda de nuestra guía, de nombre María y natural de Heraklion, recorrimos el palacio, uno de los más importantes de la civilización minoica y sede del legendario rey Minos… Visitamos la totalidad del complejo deteniéndonos en las zonas más destacadas como el patio central, el fresco de los delfines, los almacenes, el salón del trono, la sala de las dobles hachas y el corredor del Propileo norte con el fresco del famoso toro embistiendo (símbolo de Knossos y de la cultura minoica), para recibir explicaciones. Además, mientras explorábamos las ruinas, conocimos leyendas tan famosas como la del mito del Laberinto o la historia de Dédalo e Ícaro… ¡Salimos encantados y satisfechos!

La excursión llegó a su fin aproximadamente una hora y media después del mediodía con el autobús deteniéndose en el puerto frente a la imponente silueta del Norwegian Jade pero, en vez de subir al barco, salimos del puerto a pie para visitar la ciudad de Heraklion por nuestra cuenta (Recorrido total caminando: 1,06 h – 5,1 Km).


Tomamos la avenida Leof. Nearchou en dirección oeste. Después de 10 minutos andando llegamos al primer punto de interés: el Puerto Antiguo Veneciano… El puerto viejo de Heraklion utilizaba parte de una fortificación veneciana y nos permitió obtener unas fotos preciosas…

Seguidamente, nos acercamos a la Fortaleza Roca al Mar, una fortaleza construida sobre los restos de un antiguo fuerte que resistió durante más de 20 años a la invasión turca, aunque finalmente terminó sucumbiendo a éstos transformándose en una prisión…


Tras tomar unas cuantas fotos, nos dirigimos a la plaza Eleftheriou Venizelou caminando hacia el interior de la ciudad por la calle 25is Avgoustou. Una vez allí, encontramos una plaza bastante animada y rodeada de bares y restaurantes presidida por la Morosini Lions Fountain, una preciosa fuente veneciana del siglo XVII que tenía 4 esculturas en forma de león de las que emanaba agua…


Giramos hacia la derecha en la calle Idis hasta su cruce con la calle Argiraki. Luego, continuamos por la calle Katechaki hasta que nos topamos con la impresionante Catedral de Agios Minas, una de las más grandes de Grecia…


Por último, tomamos la calle Kirillou Loukareos hasta que llegamos a la plaza Kornarou. Allí, pudimos ver la Fuente Bembo, una antigua obra de mampostería veneciana que fue el primer punto en ofrecer agua en Heraklion…


Después de visitar las atracciones más importantes de Heraklion y realizar un recorrido por la ciudad, regresamos al puerto de cruceros.


Pasamos las medidas de seguridad pertinentes y embarcamos de nuevo al Norwegian Jade… Fuimos a nuestro camarote para dejar la cámara de fotos y la mochila y coger el folleto FreeStyle Daily, para ver qué actividades iba a haber por la tarde; y después, decidimos probar la comida del restaurante irlandés O’Sheehan’s Neighborhood Bar & Grill.


Tras la comida, nos acercamos a la cubierta 12 y pasamos buena parte de la tarde entre piscinas, jacuzzis y hamacas aunque también hubo tiempo para jugar al ping-pong y, a las 19:00 horas, despedirnos del puerto de Heraklion…


Luego, cambiamos el bañador por ropa casual y ocupamos un asiento en el Stardust Theater para ver el espectáculo Blazing Boots… Ese espectáculo-musical con aire country nos dejó con muy buen sabor de boca…


Poco después de las 9 de la noche, fuimos a cenar al restaurante asiático Jasmine Garden, que, a pesar de ser un restaurante a la carta, estaba incluido en la pensión completa del barco y que, hemos de decir, era fabuloso…


A las 10 nos acercamos a los alrededores de la piscina para asistir a la Clase de Baile en línea Años 70… Lo pasamos en grande aprendiendo los pasos setenteros que luego pudimos aplicar en la posterior Fiesta de Baile Años 70 Disco Groove que se celebró en la misma cubierta…


Las últimas horas de aquel día las dedicamos a apostar unos cuantos dólares en el Casino…


Aquella noche no nos reportó ganancias, así que no quedaba otra cosa que hacer que volver al camarote a descansar de nuestro segundo día increíble de crucero…


DÍA 4: Rodas

Para ese día, nuestro crucero haría puerto en la isla de Rodas, la isla más grande del Dodecaneso, famosa por las ruinas y los restos de su ocupación por parte de la Orden de San Juan durante las cruzadas... Decidimos no contratar ninguna actividad extra en ese puerto pues pensamos que, con el tiempo de escala que tendríamos (de 8:00 a 17:00 horas), podríamos hacer un buen recorrido por la ciudad medieval por nuestra cuenta (Recorrido total caminando: 1,26 h – 7,00 Km).

A pesar de que nuevamente habíamos dormido muy bien mecidos por las olas del mar, otra vez nos levantamos bastante temprano… Tras vestirnos, subimos hasta la cubierta 12 para empezar el día con un buen desayuno.


Mientras desayunábamos en el bufé Garden Café pudimos ver desde sus ventanas lo que nos esperaba aquel día en Rodas…


Tras el desayuno, cogimos la cámara de fotos y la mochila y desembarcamos…  


Andamos bordeando la magnífica costa por la avenida Akti Sachtouri y llegamos al antiguo puerto de San Nicolás y a nuestra primera parada: los Molinos de Rodas, donde sacamos unas fotografías espectaculares…

Pocos pasos más adelante nos encontramos con otro punto de interés: el Fuerte de San Nicolás, un pequeño fuerte de piedra bañado por las olas y en muy buen estado de conservación para tratarse de un bastión del siglo XV…


Seguidamente, dejamos atrás el puerto de San Nicolás y seguimos bordeando la costa hacia el Puerto deportivo de Mandraki. Allí, además de ver grandes y preciosos barcos de recreo, pudimos ver la entrada al puerto custodiada por dos columnas, cada una con una escultura de bronce en forma de ciervo en su parte superior (Elafos y Elafina, los emblemas de la isla), localizadas exactamente en los lugares en donde el Coloso de Rodas apoyaba cada uno de sus pies… Por el espacio de separación entre las dos columnas, ¡el Coloso de Rodas tuvo que ser impresionante!

Tras un breve descanso para hidratarnos, accedimos al interior de la ciudad medieval amurallada, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, a través de la Puerta de la Virgen… Nada más entrar encontramos los restos de las bellas naves de la Catedral Panagia tou Burgou, del siglo XIV, y en la que aún hoy se celebran ocasionalmente eventos musicales…


Caminamos hacia el norte por la calle Pl. Evreon Martiron y luego por Aristotelous… El aire medieval y su atmosfera nos envolvían en su historia… Tabernas y tiendas de productos típicos se presentaban a cada paso, haciendo del paseo una delicia... Y llegamos a la Plaza de Hipócrates, uno de los epicentros de la ciudad y donde nos llamó la atención la fuente central y el enorme Edificio Castellanía…


Luego, tras un pequeño paseo por la calle Ermou, llegamos a la calle más famosa e importante de la antigua ciudad de Rodas: la Calle de los Caballeros, considerada la calle medieval mejor conservada de Europa... En esta vía empedrada de 200 metros de longitud es donde los caballeros de la Orden de San Juan tenían sus viviendas o lugares de reunión… ¡Preciosa!

Tras las fotos, continuamos caminando por la calle Apellou donde nos topamos con el Templo de Afrodita, del siglo 3 a.C. De la estructura del templo, antaño majestuosa, solo quedaba una pila de ruinas rodeada por una pequeña verja pero había paneles informativos y pudimos examinar un plano del lugar para hacernos una idea de cómo era la estructura del templo…


Después salimos de la ciudad medieval por la Puerta de la Libertad y rodeamos las murallas hasta que volvimos a acceder por la Puerta de Amboise. Enfrente nuestra descubrimos el imponente Palacio del Gran Maestre, centro administrativo y ‘acrópolis’ de los caballeros de Rodas…


A poca distancia encontramos la Torre del Reloj, un edificio del periodo bizantino que databa de finales del siglo VII y que nos pareció una de las estructuras más impresionantes del casco antiguo... hasta que vimos a nuestra espalda la silueta de la preciosa Mezquita de Solimán, que destacaba por sus tonos rosáceos…


Vistos ya los mejores atractivos de la ciudad medieval, tomamos la calle Sokratous y regresamos a la Plaza de Hipócrates a comprar algún souvenir antes de regresar al puerto de cruceros…


Pasamos las medidas de seguridad pertinentes y embarcamos de nuevo al Norwegian Jade… Fuimos a nuestro camarote para dejar la cámara de fotos y la mochila y coger el folleto FreeStyle Daily para ver qué actividades iba a haber por la tarde; y después, decidimos disfrutar de la comida del bufé Garden Café, esta vez en las mesas que disponían en el exterior…


Tras la comida, nos acercamos a la cubierta 12 y pasamos buena parte de la tarde entre piscinas, jacuzzis y hamacas aunque también hubo tiempo coger los boletos para las lanchas que nos acercarían al puerto de Mikonos al día siguiente y deleitarnos con las preciosas vistas de los paisajes por los que pasábamos pues, en nuestra ruta hacia el siguiente puerto, Mikonos, había una sorpresa y es que nuestro crucero tenía prevista una pequeña parada técnica en el puerto de Marmaris, Turquía, y el camino hacia allí era sencillamente espectacular… ¡Parecía que estuviéramos recorriendo los Fiordos Noruegos en vez de las Islas Griegas!

Luego, cambiamos el bañador por ropa casual y ocupamos un asiento en el Stardust Theater para ver el espectáculo Soy un Soñador protagonizado por el Dúo Heartbeat… Las acrobacias elegantes de esa pareja verdaderamente cumplieron su función transportándonos a un mundo donde los sueños se hacían realidad… ¡Pura magia! Los espectáculos del Norwegian Jade nos estaban dejando muy impresionados…


Poco después de las 9 de la noche, fuimos a cenar al bufé Garden Café pues decidimos reservar una de las cenas que teníamos incluidas para los restaurantes de especialidades para el día siguiente.


A las 10 nos acercamos a los alrededores de la piscina para asistir a la Clase de Baile Thriller… Lo pasamos en grande aprendiendo los pasos de la obra maestra de Michael Jackson que luego pudimos aplicar en la posterior Fiesta de Baile Años 80 que se celebró en la misma cubierta…


Las últimas horas de aquel día las dedicamos a tomar unos cócteles en el bar Magnums mientras escuchábamos bonitas versiones al piano de grandes de la música como Elton John…


Luego, no quedó otra cosa que hacer que volver al camarote a descansar de nuestro tercer día increíble de crucero…


DÍA 5: Mikonos

Para ese día, nuestro crucero haría puerto en la isla de Mikonos, la isla más popular del grupo de las Cícladas, famosa por sus playas y su ambiente de fiesta en verano... Decidimos no contratar ninguna actividad extra en ese puerto pues pensamos que, con el tiempo de escala que tendríamos (de 7:00 a 16:00 horas), podríamos hacer un buen recorrido por nuestra cuenta por el centro histórico de Chora, su capital, e incluso darnos un baño en alguna de sus playas (Recorrido total caminando: 1,05 h – 5,3 Km).

El desembarque al puerto de Mikonos se iba a efectuar en lanchas y, para organizarlo, la tarde anterior, la naviera repartió boletos entre los cruceristas para agruparnos y desembarcar por orden, como ya comentamos. Así, los primeros en desembarcar serían aquellos que habían reservado excursiones con la naviera, luego los del grupo 1, grupo 2 y así sucesivamente… Nuestros boletos para las lanchas eran del grupo 3 así que, aquel día, aprovechamos para quedarnos un poco más en la cama… Tras vestirnos, subimos hasta la cubierta 12 para empezar el día con un buen desayuno.


Mientras desayunábamos en el bufé Garden Café pudimos ver desde sus ventanas lo que nos esperaba aquel día en Mikonos…


Tras el desayuno, cogimos prestadas unas toallas de piscina y nuestra cámara de fotos y mochila y desembarcamos en el antiguo puerto de Mikonos tras un corto paseo en lancha…


El Puerto Antiguo de la ciudad se encontraba pleno centro y, a pesar de estar plagado de restaurantes y bares, era un lugar precioso… Allí mismo encontramos la pequeña iglesia Agios Nikolaos que con su cúpula azul está considerada una de las más bellas de Mikonos…


A poco más de 5 minutos caminando encontramos la Pequeña Venecia, un barrio repleto de espléndidas y elegantes casas antiguas situadas realmente cerca del mar… ¡Hicimos unas fotos preciosas!

Nuestra siguiente parada fue frente a una de las estampas y postales más recurrentes de las Islas Cícladas: los Molinos de Mikonos… Desde su mirador, el riguroso blanco de su pintura, como el de todas las construcciones de la isla, hacía un contraste espectacular con el azul de las aguas…


Tras eso, nos propusimos perdernos por algunas de las estrechas calles del centro histórico Chora, encaladas y con sus típicos balcones y ventanas pintados de azul… ¡Maravilla!

El recorrido por las calles de la capital de Mikonos nos devolvió de nuevo al Puerto Antiguo. Allí, vimos que se podía tomar un pequeño ferry para llegar al Puerto Nuevo, así que compramos 2 boletos (2 € por adulto) y allá que nos fuimos… Aunque el trayecto duró algo menos de 10 minutos, pudimos obtener unas vistas espectaculares de la ciudad y también alguna que otra cala con muy buena pinta…


Después de dar una pequeña vuelta por el Puerto Nuevo nos dispusimos a darnos un baño en una de las calas que habíamos visto… ¡Qué agua! Tenía un color verde esmeralda increíble y una temperatura perfecta que nos sirvió a las mil maravillas para refrescarnos del incesante calor… Además, teníamos la cala prácticamente para nosotros solos… ¡Lo pasamos en grande!


A eso de las 2 regresamos al Puerto Antiguo para tomar la lancha de regreso al Norwegian Jade. Pasamos las medidas de seguridad pertinentes y embarcamos… Fuimos a nuestro camarote para dejar la cámara de fotos y la mochila, ponernos ropa seca y coger el folleto FreeStyle Daily para ver qué actividades iba a haber por la tarde; y después, decidimos disfrutar de la comida del restaurante irlandés O’Sheehan’s Neighborhood Bar & Grill… Sus ‘chicken wings’ y sus postres estaban de muerte…


Tras la comida, nos despedimos de Mikonos y nos acercamos a la cubierta 12, donde pasamos buena parte de la tarde en la piscina, como ya era habitual.


Luego, cambiamos el bañador por ropa casual y ocupamos un asiento en el Stardust Theater para ver el espectáculo Palace of Lights ambientado en la noche de la época dorada de Cuba… El espectáculo, al más puro estilo de los musicales de Broadway, nos pareció de nuevo un acierto de la naviera…


A las 9:30 de la noche, fuimos a cenar al restaurante de especialidades que habíamos reservado. Para esa noche, de los 5 restaurantes de especialidades que teníamos para elegir, seleccionamos Cagney’s, una americano especializado en carnes… ¡La cena estuvo brutal! De entrante pedimos Thick Cut Bacon: un plato obviamente a base de tiras de bacon pero que estaban aderezadas con sirope de arce… ¡mmm!; como plato principal elegimos un Filet Mignon que estaba de muerte y, luego, New York Cheesecake y 7 Chocolates Cake de postre… Se nos hace la boca agua solo de recordarlo…


Como terminamos de cenar algo más tarde de lo habitual, no pudimos unirnos al inicio de la fiesta de la piscina esa noche. Así que aprovechamos para pasear por cubierta y luego acercarnos al bar Magnums para tomar unos cócteles acompañados de música al piano…


Luego, no quedó otra cosa que hacer que volver al camarote a descansar de nuestro cuarto día increíble de crucero pues al día siguiente tocaría madrugar…


DÍA 6: Katákolon

Para ese día, nuestro crucero haría puerto en la península del Peloponeso y no en una isla, pues lo haría en Katákolon, un pequeño pueblo pesquero de poco más de 600 habitantes y 3 calles paralelas a la costa, localizado a 320 Km al suroeste de Atenas… ¿Qué por qué haríamos escala en Katákolon, entonces? Pues porque Katákolon era la puerta de entrada para visitar la antigua Olimpia… Así, para aquel día, teníamos previsto realizar una excursión para visitar el lugar de nacimiento de los Juegos Olímpicos y luego darnos un baño en alguna de sus playas.

Aquel día tuvimos que levantarnos bastante temprano pues debíamos estar a las 7:45 en el Stardust Theater para dar comienzo a la excursión que teníamos reservada con la naviera… Así que, tras desperezarnos, vestirnos y tomar nuestro voucher de reserva de la excursión para aquel día, subimos raudos hasta la cubierta 12 para empezar el día con un buen desayuno.


Tras el desayuno, tomamos prestadas unas toallas de piscina y a las 7:45 ya estábamos en el punto de encuentro para el inicio de la excursión dentro del Stardust Theater, en la cubierta 7.


Cuando ya habían acudido todos los pasajeros que iban a realizar la excursión, desembarcamos, dejamos a un lado el puerto y nos subimos al autobús con el que iríamos a Olimpia.


Tardamos algo más de media hora en llegar al parking del complejo, pues las ruinas de Olimpia se encontraban a unos 40 Km del puerto de Katákolon. Una vez allí, dimos comienzo a la excursión con el acceso al Santuario de Olimpia.


Con ayuda de nuestro guía, recorrimos el recinto que vio nacer los Juegos Olímpicos hace ya casi 3000 años… Visitamos la totalidad del complejo deteniéndonos en las zonas más destacadas como la Palestra, el Templo de Zeus, el Philippeion, el Templo de la diosa Hera y el Estadio Olímpico, para recibir explicaciones. Además, mientras explorábamos las ruinas, conocimos el lugar donde cada 4 años se celebra la ceremonia de encendido de la llama olímpica de los Juegos Olímpicos de la era moderna…

Luego, el guía nos dejó algo de tiempo para poder hacernos fotos y descubrir otros rincones como el Bouleterion, el Taller de Fidias o la Exedra de Herodes Atico. Además, accedimos al Museo arqueológico de Olimpia, un perfecto complemento a nuestro itinerario por el santuario. En él, pudimos ver numerosos objetos encontrados por los arqueólogos durante las excavaciones del Santuario de Olimpia, incluyendo objetos ofrecidos a Zeus, elementos decorativos y escultóricos procedentes de los tesoros, piezas talladas por Fidias y los conjuntos escultóricos del Templo de Zeus.


¡Salimos encantados y satisfechos!


La excursión llegó a su fin poco después del mediodía con el autobús deteniéndose en el puerto frente a la imponente silueta del Norwegian Jade pero, en vez de subir al barco, salimos del puerto a pie para darnos un baño en la playa de Plakes Beach, situada a unos 200 metros del puerto de cruceros.


Cuando llegamos a Plakes Beach nos encontramos con una pequeña cala de guijarros y aguas cristalinas y un bar de playa tranquilo con sombrillas en forma de palmera… ¡Ideal!


A eso de las 2 regresamos al puerto de cruceros pues el agua de la playa nos había dado bastante hambre... Pasamos las medidas de seguridad pertinentes y embarcamos… Fuimos a nuestro camarote para dejar la cámara de fotos y la mochila, ponernos ropa seca y coger el folleto FreeStyle Daily para ver qué actividades iba a haber por la tarde; y después, decidimos disfrutar de la comida del bufé Garden Café…


Tras la comida, nos acercamos a la cubierta 12, donde nos despedimos de Katákolon y pasamos buena parte de la tarde en la piscina, como ya era habitual.


Luego, cambiamos el bañador por ropa casual y ocupamos un asiento en el Stardust Theater para ver el espectáculo de escapismo Illusionist Lord Nil: Escape… El espectáculo sencillamente nos dejó con la boca abierta… Nos quedamos con ganas de saber cómo el mago podía hacer tales trucos…


Poco después de las 9 de la noche, fuimos a cenar al bufé Garden Café pues aunque queríamos probar la cena del restaurante de especialidades Teppanyaki, no había mesa…


A las 10:30 nos acercamos a los alrededores de la piscina para asistir a la Ocean Music Fiesta en Alta Mar… En esta ocasión, además de la fiesta, pudimos disfrutar de fuegos artificiales…


Las últimas horas de aquel día las dedicamos a apostar unos cuantos dólares en el Casino…


Aunque parecía que estábamos en racha y conseguimos algunas ganancias esa noche, debíamos levantarnos temprano al día siguiente para la excursión así que no quedaba otra cosa que hacer que volver al camarote a descansar de otro día increíble de crucero…


DÍA 7: Corfú

Para ese día, nuestro crucero haría puerto en la isla de Corfú, la isla más popular del grupo de las Jónicas, famosa por el color azul de postal del mar y sus playas de ensueño...


Decidimos contratar una excursión con la naviera en ese puerto pues pensamos que, con el tiempo de escala que tendríamos (de 7:00 a 15:00 horas), no podríamos llegar al norte de la isla por nuestra cuenta, donde se encontraban las mejores playas.

Aquel día tuvimos que levantarnos bastante temprano pues debíamos estar a las 7:45 en el Stardust Theater para dar comienzo a la excursión que teníamos reservada con la naviera… Así que, tras desperezarnos, vestirnos y tomar nuestro voucher de reserva de la excursión para aquel día, subimos raudos hasta la cubierta 12 para empezar el día con un buen desayuno.


A las 7:45 ya estábamos en el punto de encuentro para el inicio de la excursión dentro del Stardust Theater, en la cubierta 7.


Cuando ya habían acudido todos los pasajeros que iban a realizar la excursión, desembarcamos, dejamos a un lado el puerto y nos subimos al autobús con el que haríamos un tour panorámico por la isla de Corfú.


Antes de dirigirnos al norte, nuestro autobús se dirigió al casco histórico de la isla para que visitáramos algunos de sus mayores atractivos… Hicimos una parada en la plaza Spianada, la plaza más grande de Grecia y una de las más grandes de Europa... En la parte sur de la plaza vimos estatuas y monumentos históricos mientras que, en la parte norte, encontramos una gran pradera que actuaba como campo de cricket, juego introducido en la isla durante el período del Protectorado británico... Más allá del césped encontramos la Antigua Fortaleza Veneciana y el Palacio de San Miguel y San Jorge, que albergaba el Museo de Arte Asiático pero que, más allá de eso, nos permitió obtener unas fotografías espectaculares del amanecer… 

Luego, ya desde el autobús, vimos el Listón, una copia en miniatura de la Rue de Rivoli de París que, por la hora que era, encontramos prácticamente vacío; y la Nueva Fortaleza Veneciana


Después de unos 30 minutos de recorrido en autobús, hicimos la segunda parada; esta vez en Paleokastritsa. Podemos decir que Paleokastritsa fue uno de los lugares más hermosos que vimos en Corfú… sus aguas cristalinas y su bahía en forma de trébol eran de ensueño…

Tras la parada en Paleokastritsa, subimos de nuevo al autobús y nos dirigimos a Lakones, hogar de nuestra guía. Allí llegamos aproximadamente 15 minutos después y no sin esfuerzo (pues algunas de sus calles eran estrechísimas para un autobús y pasamos casi rozando la fachada de algunas casas) e hicimos otra parada en el mirador de Bella Vista para divisar y hacer fotografías de Paleokastritsa desde las alturas e incluso de Angelokastro o Castillo del Ángel… ¡Una maravilla de paisajes!


Luego continuamos hasta el monte Pantokrator, la montaña más alta de la isla. Muy cerca de la cima y tras una hora más de viaje, hicimos una parada en una pequeña tienda de productos artesanales para probar el delicioso licor de kumquat y también para obtener una panorámica de toda la isla, que se extendía bajo nuestros pies…


Después de unos 40 minutos más de viaje llegamos a la preciosa aldea pesquera de Kassiopi donde hicimos una nueva parada. En esa parada estaba previsto disfrutar de un pequeño típico almuerzo griego pero nosotros preferimos obviar la comida e investigar por nuestra cuenta el precioso puerto de Kassiopi y las calas que lo rodeaban y que habíamos visto desde las ventanas del autobús… ¡Mira que fotos!

De nuevo en el autobús recorrimos la costa noreste de Corfú atravesando el pueblo de Nissaki y los resorts costeros de Barbati, Ipsos, Dassia, Gouvia y Kontokali, haciendo una breve parada en el mirador de Kouloura para ver al fondo la costa de Albania…


Tras algo más de 5 horas, llegamos al puerto de cruceros… La excursión, aunque cara, había merecido la pena pues Corfú nos había dejado maravillados, sobre todo por lo diferente de su paisaje con respecto a las otras islas griegas que habíamos visto… ¡Imprescindible!


Pasamos las medidas de seguridad pertinentes y embarcamos… Fuimos a nuestro camarote para dejar la cámara de fotos y la mochila, ponernos el bañador debajo de la ropa y coger el folleto FreeStyle Daily para ver qué actividades iba a haber por la tarde; y después, decidimos disfrutar de la comida del restaurante O’Sheehan’s Neighborhood Bar & Grill…


Mientras comíamos vimos como nuestro barco zarpaba y dejaba atrás Corfú y sus bellos paisajes para dirigirse al siguiente puerto: Santorini…


Tras la comida, nos acercamos a la cubierta 12 y pasamos un buen rato en los jacuzzis.


A media tarde tuvimos que acercamos al bar Bliss Ultra Lounge de la cubierta 7 para realizarnos otra prueba de antígenos. Tras la prueba, cambiamos el bañador por ropa casual y ocupamos un asiento en el Stardust Theater para ver el espectáculo Elements que no nos queríamos perder pues estaría protagonizado por todos los intérpretes que habían participado en los espectáculos de los días anteriores… Así que el espectáculo prometía música, baile, acrobacias y magia todo en uno… ¡Pfff! ¡MARAVILLOSO! ¡Elements fue, sin duda, el ESPECTÁCULO del crucero! Todo el público, nosotros incluidos, nos quedamos prácticamente 5 minutos de reloj aplaudiendo al final del show…


Poco después de las 9 de la noche, fuimos a cenar al bufé Garden Café. El restaurante de especialidades Teppanyaki seguía sin mesas disponibles, por lo que decidimos reservar para el restaurante de especialidades Moderno Churrascaria para el último día de crucero…


A las 10:30 nos acercamos a los alrededores de la piscina para asistir a la Glow Party: una fiesta White Party algo especial pues se nos repartieron barritas luminosas para que sencillamente brilláramos aquella noche…


Las últimas horas de aquel día las dedicamos a tomar unos cócteles en Magnum's…


Cuando llegamos a nuestro camarote, en el espacio destinado al folleto FreeStyle Daily, encontramos 2 cartas con los resultados de nuestros tests de antígenos… Más tranquilos tras recibir un nuevo resultado negativo, nos sumimos en un sueño reparador para seguir disfrutando de nuestro crucero…


DÍA 8: Santorini

Para ese, nuestro último día de crucero, nuestro barco haría puerto en la isla de Santorini, otra de las Cícladas, famosa por sus casas encaladas y las cúpulas azules de sus iglesias, que prácticamente cuelgan de sus acantilados... Decidimos contratar una excursión con la naviera en ese puerto pues queríamos conocer el pueblo de Oia, que se encontraba en el extremo noroeste de la isla, a algo más de 2 horas andando del puerto de cruceros. Para después de la excursión haríamos una pequeña visita a Fira, la capital de la isla.

Como nuestro crucero no tenía previsto atracar en Santorini hasta las 12 de la mañana, aprovechamos para quedarnos un poco más en la cama… Tras vestirnos, subimos hasta la cubierta 12 para empezar el día con un buen desayuno.


Mientras desayunábamos en el bufé Garden Café pudimos ver desde sus ventanas lo que nos esperaba aquel día en Santorini… ¡Que preciosidad de isla!


El desembarque al puerto de Santorini se iba a efectuar en lanchas, como en Mikonos, y, para organizarlo, la tarde anterior, la naviera volvió a repartir boletos entre los cruceristas para agruparnos y desembarcar por orden. Pero, como nosotros habíamos reservado excursión con la naviera, no tuvimos que preocuparnos por eso, pues seríamos de los primeros en desembarcar…


A las 12:15 ya estábamos en el punto de encuentro para el inicio de la excursión dentro del Stardust Theater, en la cubierta 7.


Cuando ya habían acudido todos los pasajeros que iban a realizar la excursión, desembarcamos en las lanchas y nos dirigimos al Puerto Nuevo de Santorini. Una vez allí, nos subimos al autobús con el que llegaríamos a Oia.


Durante el trayecto y mientras subíamos por la carretera que serpenteaba por el acantilado fuimos aprendiendo cosas sobre la historia de Santorini y sus erupciones… ¡Era una pasada saber que estábamos justo encima de la caldera de un volcán!


El autobús aparcó en un pequeño parking y la guía nos llevó andando hasta el principio del pueblo… Recibimos instrucciones para manejarnos por sus calles y encontrar los rincones para hacer las mejores fotos y, tras eso, recorrimos Oia durante 2 horas por nuestra cuenta…

 

Construida en lo alto de la cresta de rocas rojas, Oia ofrecía impresionantes vistas del Egeo y la caldera... Paseamos por sus calles estrechas repletas de galerías de arte y tiendas de antigüedades y, sobre todo, tomamos numerosas fotografías de las famosas iglesias con cúpulas azules y terrazas bañadas por el sol…

Después, volvimos a montar en el autobús para dirigirnos a la capital de la isla, Fira… Recibimos instrucciones para manejarnos por sus calles y encontrar los rincones para hacer las mejores fotos y, tras eso, recorrimos Fira por nuestra cuenta… ¡Qué maravilla de pueblo!

Tras recorrer Fira, tomamos el Cable Car para bajar al Puerto Viejo de Santorini (6 € por adulto) y allí mismo tomamos la lancha de regreso al Norwegian Jade.


Pasamos las medidas de seguridad pertinentes y embarcamos… Fuimos a nuestro camarote para dejar la cámara de fotos y la mochila, ponernos el bañador debajo de la ropa y coger el folleto FreeStyle Daily para ver qué actividades iba a haber por la tarde; y después, decidimos disfrutar de la comida del Garden Café sentados en la cubierta exterior para disfrutar del paisaje de Santorini…


Consultando la aplicación de NCL vimos que ¡había mesas para el restaurante de especialidades Teppanyaki para esa noche! Así que cancelamos la reserva que habíamos hecho para el restaurante brasileño Moderno Churrascaria y la cambiamos para el restaurante japonés Teppanyaki…


Pasamos buena parte de la tarde en la piscina, como ya era habitual…


A eso de las 7:30 de la tarde nos acercamos a nuestro camarote y cambiamos el bañador por ropa casual.


Luego, nos acercamos a la cubierta 13 para contemplar cómo el Sol caía sobre Santorini y las luces de la ciudad comenzaban a encenderse… ¡Pura magia!


Poco después de las 9 de la noche, fuimos a cenar al restaurante de especialidades Teppanyaki… Nuestros compañeros de mesa fueron una pareja americana de Dakota del Sur y sorprendentemente otra pareja española de Almería…


A las 9:30 dio comienzo la cena-espectáculo… ¡Fue un total acierto y el colofón perfecto a nuestras vacaciones! Además de comer divinamente, lo pasamos en grande con los trucos y chascarrillos del chef…


Tras la cena, nos acercamos a la cubierta 12 para disfrutar de la Fiesta de Fin de Crucero que se celebraba en los alrededores de la piscina…


Después apostamos los últimos dólares que nos quedaban en el casino y tomamos los últimos cócteles…


DÍA 9: Atenas – Madrid

Cuando nos levantamos aquel día, nuestro barco ya había atracado en el puerto del Pireo. Sin embargo, aún no nos estaba permitido desembarcar. Así que, recogimos todas nuestras pertenencias con calma y nos fuimos a desayunar al buffet Garden Café, que nos tenía enamorados…


Tras el desayuno, por megafonía se nos informó de que ya estaba permitido desembarcar, así que, muy a nuestro pesar, tuvimos que despedirnos del Norwegian Jade y de todo lo que habíamos vivido a bordo… ¡Nuestro segundo crucero nos había dejado maravillados!


Una vez desembarcamos, andamos de nuevo los 30 minutos que separaban el muelle E12 del puerto marítimo del Pireo de la estación de metro de Piraeus.


Tomamos la línea 1 del suburbano hasta la estación de Monastiraki, en pleno centro de la capital, e hicimos transbordo a la línea 3 para terminar apeándonos en la estación Athens International Airport del Aeropuerto Internacional Eleftherios Venizelos, desde donde salía nuestro vuelo. Este recorrido nos costó 9 € por persona.

Habían sido unas vacaciones fantásticas en las habíamos vuelto a disfrutar de unas vacaciones casi como las de siempre, pero tocaba despedirse de Atenas y de las Islas Griegas... hasta nuestro próximo encuentro...

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